Salud

Chanclas: comodidad que perjudica

Fucsia.co, 7/8/2013

En el verano, un calzado cómodo y destapado es la primera opción para caminar bajo el sol y las chanclas, o 'flip flops' son ideales: fáciles de poner y quitar, no ocupan mucho espacio en la maleta, mantienen nuestros pies frescos y, según el material, se ensucian poco. Sin embargo, estas chanclas pueden perjudicar nuestros pies.

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Los pies son la base de nuestro cuerpo. Los expertos en podología – especialidad que se encarga del tratamiento de las enfermedades que afectan los pies – afirman que el uso continuado de flip flops ejerce una especie de efecto dominó ya que el resto nuestras articulaciones deben compensar por el esfuerzo que hace la base de nuestro esqueleto.

Como todo en la vida, la moderación es la clave: lo más probable es que ponerse estas chanclas para la piscina o una salida corta no cause ningún daño. El problema es cuando se convierten en nuestro calzado de sol obligado.

Según la Sociedad de Podología Médica, esto es lo que les pasa a nuestros pies cuando usamos flip flops sin moderación:

Los dedos
Con solo un pequeño pedazo de tela o cuero sujetando el pie, tus dedos deben hacer la fuerza para mantener la chancla en su lugar. Con el tiempo esta fuerza repetitiva genera sobreuso de los músculos ocasionando tendinitis,es decir la inflamación de los tendones que conectan los músculos con el hueso.Esta condición es dolorosa y puede conducir a rupturas del tendón. Además, usar por mucho tiempo tus chanclas puede producir dedos de martillo, una contracción muscular que hace que el dedo permanezca flexionado de forma anormal.

Entre los dedos
No hay mucho material para estabilizar el pie cuando se usa una chancla. El roce crónico y repetitivo de la piel contra el plástico o el cuero puede producir ampollas.

Los huesos
El trauma repetitivo sin un soporte adecuado puede producir fracturas por el estrés generado en el hueso.

Bacterias
Un reporte de 2009 del programa televisivo estadounidense TODAY Show y la Universidad de Miami encontró que un par de chanclas es hogar de más de 18.000 bacterias. Entre ellas encontraron gérmenes de la piel y la materia fecal.

El tobillo
Cuando usas chanclas, pisas diferente a cuando caminas con unos zapatos que tienen más apoyo. Esto hace que cambies la forma de caminar. Un estudio dela Universidad de Auburn (Estados Unidos) encontró que las personas que usan flip flops dan pasos más cortos y golpean sus talones en el piso con menos fuerza vertical alterando su paso natural. Esto puede generar dolor, problemas en las rodillas, caderas y espalda.

¿Cómo escoger un buen par?

El tamaño sí importa
Las chanclas de talla universal no son tus amigas. Lo recomendable es encontrar un par que se ajusten adecuadamente a tu pie sin que tus dedos o tu talón se salgan, ni siquiera un poco.

El test del doblado
Toma la chancla y dóblala hacia abajo por la mitad, si cede fácilmente, ponlas otra vez en el estante. Tus pies necesitan más apoyo. Unas flip flops con buen soporte solo se deben doblar en el tercio de adelante donde lo necesitamos al caminar.

El arco

Elige un par cuya suela sea más gruesa en la planta y tenga un pequeño morro en la mitad; esto crea un arco e imita la forma natural del pie.

Amárratela

Un sujetador delgado no provee el soporte adecuado y prácticamente deja tu pie moviéndose a la deriva. Busca unas chanclas con un sujetador en la parte de atrás y con sujetadores gruesos adelante.

El material
El mejor material para tus pies es el cuero suave de alta calidad para evitar ampollas e irritación.

Reemplázalas

Las flip flops se desgastan. Cámbialas cada año, sobre todo si muestran signos de desgaste.