A erradicar los barros

Lo peor del acné es que es feo, molesto, irritante, inoportuno, y a veces, incontrolable. Cuando el médico nos dice que el acné es simplemente “una erupción cutánea alrededor de los folículos pilosos” no sentimos que se esté expresando con propiedad. Pero sí que lo hace. Y lo primero que apunta después de definirlo, es que lo peor que podemos hacer con el acné es molestárnoslo, espachurrarnos o reventarnos los granos, porque esta inflamación que va acompañada de granos es, entre muchas otras cosas, migradora, es decir, se extiende con facilidad por el área afectada.

Aunque el acné se da sobre todo en los adolescentes, los adultos también lo sufren porque, aunque comienza en la pubertad, puede perdurar y quienes lo padecen pueden estar sometidos a episodios recurrentes durante muchos años.  En las mujeres juegan un papel importante en la aparición del acné los cambios hormonales que se producen con los periodos menstruales y el embarazo, lo mismo que el uso de anticonceptivos, el estrés y otras circunstancias desencadenantes.

Un tratamiento adecuado debe estar dirigido a prevenir la formación de nuevas lesiones y curar las existentes:

Medicamentos tópicos
Para casos benignos, elaborados con azufre, ácido salicílico, derivados de la vitamina A o retinoiodes, peróxido de benzoil o resorcinol, entre muchos otros, secan la grasa y promueven el desprendimiento de la piel en los puntos afectados.

Antibióticos
En casos más agudos, los dermatólogos prescriben la eritromicina o la tetraciclina. Los antibióticos tópicos tales como clindamicina o eritromicina, también se usan para controlar la infección. Igualmente, algunos componentes análogos de la vitamina A sintética (accutane, isotretinoína) son beneficiosos en el tratamiento del acné severo. Sin embargo, las mujeres embarazadas y las adolescentes de vida sexual activa no deben tomarlos.

Intervención quirúrgica
En casos extremos, una intervención quirúrgica puede incluir un raspado profesional con gentes químicos, la remoción de erupciones o cicatrices (dermoabrasión), o la remoción y/o drenaje de quistes.

Rayos láser
Una técnica que permite calentar la grasa en el cuerpo sin dañar las capas externas de la piel. En un láser de electrones libres (Free Electrón Laser, FEL), usado en determinadas longitudes de onda, cuyas altas temperaturas provocan la descomposición de la grasa.

El profesor Rox Anderson, dermatólogo del Hospital General de Massachussets, lideró un experimento para el que se utilizó grasa de cerdo y muestras de piel, cuyos resultados demuestran que la fototermólisis selectiva –calentamiento del tejido por medio de la luz- podría ser aplicada con éxito en el tratamiento del acné.