Los cuidados del busto

¿Cree que las mujeres no le brindan un cuidado adecuado al busto?
Desde el punto de vista estético, sí; tanto, que la mamoplastia de aumento es muy frecuente. Pero aunque las campañas actuales generan una mayor conciencia, hay pacientes que no conocen o no se realizan el autoexamen, y otras mayores de 40 años que nunca se han practicado una mamografía. Los cirujanos plásticos, ginecólogos y demás profesionales de la salud debemos recordarles a las mujeres que no sólo es importante la estética de sus senos, sino su salud.

¿Qué cuidados exige la piel del busto?
Los mismos que la de otras partes del cuerpo; además, la piel del seno está sometida a cambios de tensión más que otras áreas, pues éstos se modifican con los estímulos hormonales, cambian su tamaño bajo circunstancias como la menstruación, el embarazo, la lactancia, la menopausia y el aumento y reducción de peso. Por esto, es una de las áreas que más tiende a formar estrías.

¿A partir de qué momento empieza a aflojarse esta piel?
No hay una edad determinada; hay mujeres que a los 20 años presentan ya esa laxitud, otras pueden llegar más allá de los 50 con piel firme y senos armoniosos. La laxitud entraña un factor genético, y se exacerba ante cambios que generan un aumento de volumen y luego una reducción, como la lactancia y la pérdida de peso, pero su grado depende de cada paciente.

¿Tiene la piel del busto características diferentes a la del resto del cuerpo?
Como tal, no; pero la recubre una glándula que cambia de tamaño a los estímulos hormonales, la areola, que tiene características parecidas a las mucosas, con el fin de que cuando el bebé succione y se produzcan pequeñas laceraciones o cortadas, no generen cicatrices. Por esta razón, en la mayoría de las mamoplastias de aumento se escoge como vía de abordaje la areola.

¿Qué rutina de cuidados recomienda?
Lo ideal para que no se produzcan estrías es mantener humectada la piel.

¿Qué tipo de componentes deben tener esos productos?
Diferentes compuestos, lo importante es que mantengan la piel humectada. Las que contienen úrea y glicerina son ideales, lo mismo que las que llevan alfa–hidroxiácidos, colágeno y elastina.

¿Son realmente efectivos?
La hidratación es efectiva según la frecuencia con la que se apliquen estos productos. Las funciones reafirmantes, aumentadoras de volumen, y otras, realmente no se han descrito en la literatura científica y no presentan evidencia. Es más una cuestión de fe.

¿Cómo determina usted la necesidad de una cirugía del busto?
Como en cualquier cirugía estética ante el deseo de la paciente por mejorar o cambiar sus senos, levantar el busto, aumentar o reducir su volumen. De estas tres, el aumento y la elevación pueden tener un resultado sicológico para la paciente, mejorando su autoestima. Cuando el volumen es muy grande, la reducción puede contemplar razones de salud, como el dolor de espalda o las incómodas irritaciones en el surco inframamario, que pueden ser subsanadas a través de esta cirugía.

¿En qué casos desaconseja de manera categórica una cirugía del busto?
En pacientes menores de 18 años. con la salvedad de que incluso en pacientes de menor edad, cuando el seno no se ha desarrollado por completo, es más una cirugía reconstructiva por un factor genético que se debe ver como tal, pero que la pida una niña como regalo de 15 porque está de moda, creo que es un error. Además, en caso de que la salud de la paciente contraindique cualquier tipo de intervención.

¿Hay productos que puedan retardar la necesidad de esta cirugía?
La medida más efectiva es el uso del brasier. En las tribus aborígenes donde no se utiliza éste, ciento por ciento de las mujeres desarrollan una caída (ptosis) de la glándula mamaria. El uso de cremas humectantes previene la aparición de estrías.