contaminación

Peligro en el ambiente

, 29/8/2011

Al tiempo que el mundo se tecnifica día a día, más se contamina el ambiente en que vivimos. La polución de las grandes ciudades ocasiona desde cáncer hasta muerte.

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¿Que si la gente puede morir por respirar aire impuro? Por supuesto. La polución o contaminación del aire es una epidemia de enormes proporciones, responsable no sólo de la irritación ocular, el resecamiento de la piel y rinitis, sino que se ha asociado incluso con cáncer de pulmón e infarto.

Según el médico epidemiólogo Elkin Martínez, catedrático del Centro de Investigaciones de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, se estima que cada hora muere un colombiano, en alguna ciudad del país, por causa de la polución. Lo que significa que en un futuro no muy lejano, “Colombia deberá decidir si paga en dinero, para tener combustibles más limpios y proteger la vida de todos los ciudadanos, o si paga en vidas humanas al seguir utilizando combustibles baratos y sucios, sólo para preservar las ganancias de unos pocos”, afirma.

Si bien la polución está conformada por partículas muy pequeñas y gases que se evaporan hasta hacerse invisibles, es tal el grado de contaminación de las grandes ciudades, que si te retiras hacia las afueras y miras desde la distancia, observarás una espesa capa de aire color terroso o gris. Según el experto, esta capa se acentúa más en los días fríos con poco sol y con alto tránsito vehicular.

Pero la polución no sólo está en el exterior, este aire contaminado también impregna Tu hábitat. Lo puedes comprobar cuando haces limpieza y encuentras todo cubierto de polvo y restos de hollín. También cuando limpias tu piel.

Lo grave no es la suciedad que se evidencia, sino el daño que esto produce en la salud. Explica el investigador que los camiones, volquetas y buses que utilizan diesel de mala calidad expiden grandes cantidades de humo negro con altas concentraciones de partículas de azufre y carbón (cinco mil partes por millón, cuando lo saludable para la vida humana es menos de 15) que permanecen flotando en el aire durante horas o incluso durante días, en áreas donde los vientos son débiles o poco frecuentes. “De ahí que esos residuos produzcan desde molestias como rinitis, ojo seco y tos, hasta cáncer de pulmón, dificultad respiratoria, bronquitis, asma, neumonía e incluso enfermedad coronaria”, dice el médico epidemiólogo.

¿Qué hacer y cómo protegerse? Defi- nitivamente, es vital generar conciencia sobre la importancia de no contaminar más el aire. Resulta dramático, pero no falta mucho para andar por la calle con máscaras.

Conectados
No menos grave que la polución es la popularmente conocida contaminación electromagnética. No obstante, en esta materia se tejen muchos mitos que no han sido comprobados científicamente y que alarman más de la cuenta.

De hecho, en palabras del ingeniero eléctrico Horacio Torres, profesor y miembro del Grupo de Investigación de la Universidad Nacional, más que contaminación, lo que hay es saturación. “La vida moderna es muy compleja, pero así es. O de lo contrario, vámonos todos a la selva y vivamos desconectados”, opina. Que sea bueno o malo, eso no se ha podido sustentar con bases científicas.

Desde hace más de un siglo, el ser humano vive en un entorno totalmente irradiado por energía electromagnética. El Sol, la Luna y la luz emanan radiaciones. Pero, igualmente todo con lo que convivimos cotidianamente: las torres eléctricas, las antenas de telecomunicaciones, los televisores, el computador, el horno microondas, el celular, un bombillo, los radio–relojes, las máquinas eléctricas de afeitar, las lavadoras, la nevera, el radio, el Dvd, etc. Todos ellos generan campos electromagnéticos o fuerzas que no se ven fácilmente, pero que generan movimientos, motores, sonidos, funciones, etc.

Dichos campos han provocado diversas controversias, pues unos dicen que esas radiaciones son perjudiciales para la salud y otros niegan toda posibilidad.
Según Torres, existen electrodomésticos que generan campos de más alto nivel que otros, y son los que necesitan alta intensidad de corriente: aspiradoras, hornos microondas, lavadoras, batidoras, abrelatas y afeitadoras eléctricas, entran en ese grupo. Pero, por ahora, el único efecto negativo que producen es el número de ceros a la derecha que llegan con la factura de energía.

No obstante, sostiene el ingeniero que se debería pensar que un abuso en la cantidad de aparatos, podría compararse con el abuso del cigarrillo o de una comida. Todo en exceso, provoca daño. Sin contar, además, que pueden existir personas sensibles a esas fuerzas.

Entre los muchos mitos que circulan, se dice que vivir cerca de torres eléctricas provoca cáncer y hasta leucemia. No es cierto. En Colombia existe una reglamentación que traza una línea protectora, la cual determina que más allá no se puede construir algún tipo de vivienda. Pero aun así, explica el catedrático Torres, que aún estando a unos metros cerca de una torre, el campo electromagnético es menor que si se estuviera contemplando una noche de luna llena o trabajando con un equipo de soldadura. Y, obviamente, cuanto más alejado se está de la torre, hay menos contacto con esa fuerza. Igualmente sucede con los aparatos eléctricos de casa, cuyos campos disminuyen con la distancia.

Entre todas las fuerzas electromagnéticas, las que más provocan impacto son las radiaciones ionizantes, capaces de matar células de ADN, dañar tejidos y cambiar completamente la estructura de un material. Esas fuerzas están en los rayos ultravioleta y los rayos X. “Ionizante significa que separa. Esa radiación es capaz de modificar moléculas, romper átomos. Si la piel se expone a eso, se convierte en carbón”, explica Torres.

Entre los aparatos domésticos, el único que irradia ese tipo de energía, a muy baja escala, es el horno microondas, por sus efectos térmicos. Si metes en el horno un pedazo de carne, la luz hace mover y vibrar partículas de esa carne. No está comprobado si eso hace daño, pero esa radiación puede modificar la estructura molecular de tu comida.

Qué hacer
Sin duda, la polémica entre campos electromagnéticos y salud, seguirá, hasta que futuras investigaciones demuestren si son peligrosos o no. Sin embargo, Horacio Torres recomienda estas medidas preventivas:

1. Compra aparatos de marcas reconocidas y de gran trayectoria, pues sus productos cuentan con una norma mundial conocida como CE, Compatibilidad Electromagnética, que significa que ese aparato opera satisfactoriamente en ese sentido.
2. Usa el ‘manos libres’ cuando hables por celular.
3. No utilices televisores de grandes dimensiones en habitaciones pequeñas.
4. Manten una distancia prudente al momento de retirar alimentos del horno microondas.