Trucos para reparar tu pelo dañado que sí funcionan

Hidrátalo: el pelo va perdiendo su humedad natural con el tiempo, es fundamental que lo mantengas hidratado. Ponte una mascarilla natural cada semana –busca un masaje que se adapte a tu tipo de pelo, reseco, graso, etc.- y úsalo mientras te duchas. Es importante que lo dejes actuar durante el tiempo indicado y luego removerlo con abundante agua.

Calor que daña: aunque sabemos que es casi imposible para ti dejar de usar la plancha o el secador, es importante que dejes descansar tu pelo del calor. Muchas veces la causa de un pelo reseco y maltratado son estos aparatos (que amamos). Déjate el pelo al natural durante unos días y aprovecha para usar una colita sexy o una trenza súper hot.

Recupera el encanto: viaja en el tiempo y restaura la naturalidad y brillo de tu pelo. Usa un sellante de cutícula para tus puntas, te quitará las orquillas y le devolverá su suavidad. Para la raíz, usa un hidratante concentrado de vitamina C; te dará brillo y te hidratará.

Cuando te expongas al sol: exagera con el acondicionador o con la crema de peinar. Póntelo a la mitad del pelo hasta las puntas antes de ir al mar, a la piscina o cuando estés bronceándote, te protegerá del sol y del cloro. Es clave que uses un protector para el pelo que filtre los rayos UV. El pelo también se quema.

Ahorremos agua: No es necesario que te laves la cabeza todos los días. Puedes hacerlo cada dos o tres días. Además puedes aprovechar los cambios en la textura de tu pelo para hacerte divertidos looks.

Calidad antes de cantidad: es fundamental –y esto si nunca lo debes dejar de lado- utilizar productos de buena calidad. Muchas veces por ahorrate unos pesitos terminas usando productos que te dañan más el pelo, o que no le convienen a tu PH. Usa siempre productos de alta calidad, aunque cueste un poco más ¡No lucirás tu pelo como una escoba vieja!