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10 pasos para perder peso en el trabajo

, 2/10/2011

Como lo oyes: sentada desde tu escritorio e inmersa en la rutina que no te deja tiempo para el gimnasio o ejercicio en casa, lograrás bajar esos kilos de más que ganaste por la falta de actividad física. Tu derrieré será de los más agradecidos.

Que el trabajo no te quite la figura. Aprende cómo. (Foto: Thinkstock) - Foto:

Trabaja y adelgaza. La botella de agua que reposa al lado de tu computador puede que no sea suficiente si lo que haces es aumentar el tamaño de un trasero que pocas veces se para de la silla.

1.    Encuentra la silla de tus sueños, esa que tu espalda siempre ha querido. Un profesor norteamericano descubrió que una silla ajustable (tanto de alto como de espalda) y con descansa-brazos, permite posiciones de relajación que te hacen quemar calorías. Busca posturas diferentes pero en las que siempre descanses y que no requieran un esfuerzo extra de tu espalda.

2.    Celular en mano, piernas andando. Un kit manos libres que también funciona fuera del automóvil.  Si el teléfono suena... ¡Párate! Con un portátil de este tipo caminas, mueves los brazos, haces estiramiento y aprovechas para una caminata de vuelta con la que no contabas. Este Ejercicio puede quemar incluso hasta 500 calorías por día.

3.    A comer fuera del escritorio. La Asociación Dietética Americana reveló que más del 70 porciento de los empleados toman su almuerzo en su escritorio por lo menos dos veces por semana. Cuando comemos conscientes de lo que va a la boca, disfrutamos más la comida y el hambre tarda muchísimo más en aparecer. Comer por comer haciendo otras actividades, no ayuda a la digestión, se produce llenura e inmediatamente te sentirás hinchada. Disfruta de tu almuerzo, te lo mereces y es un deber contigo misma.

4.    Ubica tus meriendas u onces estratégicamente: Si en tu ponchera de media mañana hay galletas y manzana, pon la fruta al lado derecho de tu escritorio. Nuestro campo de visión es más amplio hacia esta dirección y te darán más ganas de comer lo primero que encuentres, y qué mejor que sea lo que no engorda.

5.    La taza de café se llena de té: El té verde tiene beneficios adelgazantes y antioxidantes: disminuye calorías y quema grasa. Su aroma es agradable y te acostumbrarás al cambio en menos de una semana. El café para de vez en cuando, no para todos los días.

6.    Recipientes oscuros para tus snacks: Si inevitablemente ya tienes un lugar reservado para tus dulces y meriendas, échalos en una vasija opaca. El Laboratorio de la Universidad de Cornell demostró que los empleados tienden a comer un 71% más seguido cuando ponen sus golosinas en envases transparentes.

7.    Aromatizadores que quitan el hambre: El gusto y el olfato se conectan para ayudarte con los antojos del día. Inhalar un ambientador con aromas dulces como vainilla, manzana, menta y otros, quitan el apetito en un porcentaje considerable.


8.    Guerra de pesos: Apostar y competir (saludablemente) con tus compañeros de trabajo para ver quién pierde más kilos en un mes. Sin caer en dietas extremistas y ayudándose mutuamente, evitas provocarte con las golosinas que comen los demás y no habrán olores ni paquetes con los cuales sucumbir ante la tentación.

9.    Deja tus cosas lo más lejos posible de tu escritorio: Tu almuerzo, tus medias nueves, tus utensilios de aseo y aquello que usas a diario pero que no corre el riesgo de perderse. Busca excusas para pararte y estar en actividad.

10.    “¿Subes por el  ascensor?” No, gracias. Notarás la diferencia en cuestión de días si optas por llegar y bajar de tu oficina caminando. Nada de elevador. Es crucial que tengas en cuenta que el movimiento motiva más moviendo y esto, a más actividad que tu cuerpo necesita cuando permanece tanto tiempo en reposo.