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¿Tentada a devorar comida chatarra?

, 2/3/2011

RevistaFucsia.com te da algunos consejos para que logres dominar esos impulsos de comer chocolate y comida chatarra como si no hubiera un mañana.

Estás tentada a comer comida chatarra, foto: Thinkstock - Foto:

Por RevistaFucsia.com
 
Lo sabemos. Vivimos en un mundo donde sólo con oler los perros calientes del restaurante de comidas rápidas (que se te atravesó cuando paraste en la bomba de gasolina) te hace cumplir con la mitad de tu ingesta diaria de calorías. Como sabemos lo difícil que es resistirse ante esas tentaciones que nos atacan todo el tiempo, RevistaFucsia.com te da algunos consejos para que logres dominar esos impulsos de comer chocolate como si no hubiera un mañana.

Si a veces tu capacidad de resistencia falla y te sientes con poca fuerza de voluntad, tal vez te interese escuchar esto: algunas investigaciones demuestran que la voluntad es una especie de músculo mental, y como cualquier otro músculo, puede hacerse más fuerte al ejercitarla. ‘Hoy en día se ha comprobado que la capacidad de autocontrol puede ser mayor’, afirma Roy Baumeister, PhD, profesor de psicología en la Universidad Estatal de Florida, quien es un investigador del tema.

Las siguientes cuatro tácticas objetivo son efectivas para resolver la mayoría esas seducciones. Ponlas en práctica y muy pronto te darás cuenta que ese donut relleno de arequipe no es rival para ti (ni para tu figura).

1. Come comidas más pequeñas y más frecuentes
Objetivo: Controlar el hambre
¿Por qué funciona?
Cuando estás mucho tiempo sin comer, el nivel de azúcar en tu sangre cae en picada. Por eso, a diferencia de lo que piensan las mujeres que hacen dietas extremas y deciden aguantar hambre todo el día, lo único que esto te deja es un apetito furioso que puede dominar tus más firmes intenciones de comer bien. Puede que hayas aguantado todo el día con apenas una toronja, pero seguramente a media noche terminarás por atracar la despensa y devorar todas las galletas de chocolate (rellenas de chocolate). En cambio, si haces pequeñas comidas (yogurt, maní, frutas, quesito pera) cada tres a cinco horas, el azúcar en la sangre se mantiene estable, evitando un golpe de bajo nivel de azúcar te deje vulnerable a comer en exceso, con antojos de carbohidratos y comida chatarra, dice Lisa Jones, médica e investigadora de la Universidad de La Salle.

Los niveles de azúcar en la sangre no sólo afectan tu hambre, también están directamente relacionados a la fuerza de voluntad. En varios estudios, los niveles de azúcar en la sangre de los participantes bajaron al hacer tareas de autocontrol (como por ejemplo restringir sus expresiones faciales). Después, cuando intentaron hacer otras pruebas de determinación, les fue peor. Sin embargo, cuando aumentaron el nivel de glucosa en la sangre con bebidas endulzadas con azúcar, muchos restauraron su fuerza de voluntad de los sujetos perdidos. ‘Las tareas mentales como el autocontrol o la concentración requieren de la misma energía que tu cuerpo necesita para funcionar’, explica Baumeister, quien llevó a cabo los estudios. ‘Por lo tanto, es más difícil de ejercer fuerza de voluntad si no has comido lo suficiente’.

Tus muslos no estarán muy felices si cada vez que baja tu nivel de azúcar te atragantas con una malteada azucarada, mejor ten a la mano pasabocas que mezclen carbohidratos con proteínas magras, e ingiere grasas saludables (del tipo que se encuentran en las nueces, aceite de oliva y pescados como el salmón).

2. Come con la otra mano
Objetivo: Distracción
¿Por qué funciona?
Coger el tenedor con la mano que no sueles usar automáticamente te hace reducir la velocidad con la que comes y te hace enfocar en lo que estás comiendo, dos cosas que han demostrado ayudar a perder peso. Los estudios han demostrado que con la práctica habitual, este tipo de estrategias pueden aumentar tu fuerza de voluntad en general. Baumeister encontró que las personas que fueron expuestas a una sola prueba, como por ejemplo resistirse a un plato de galletas frente a un plato de verduras, se rindieron más fácilmente en pruebas consecutivas, como tratando de resolver un rompecabezas sin solución.

Sin embargo, en uno de sus estudios, cuando los sujetos pasaron varias semanas practicando pequeños actos de autocontrol, como por ejemplo usando su mano no dominante para cepillarse los dientes u operar el mouse del computador, tenían más voluntad para trabajar en ese mismo rompecabezas.

‘Los miembros del estudio, al practicar su capacidad para anular un impulso específico, incrementaron su capacidad general para resistir impulsos’, afirma Baumeister. Los sujetos de este estudio registraron avances en tres semanas de actividad diaria. Por supuesto, los resultados dependerán de la frecuencia con la que practicas y si mantienes esta práctica con el tiempo. Es posible que, como tus abdominales, la materia gris se debilite cuando no la ejercitas con regularidad.

3. Pésate regularmente
Objetivo: No perder de vista tu objetivo
¿Por qué funciona?
Pocas cosas te afectan tanto como ver los grandes números en la báscula del baño. Pesarte regularmente hace que te des cuenta de esos kilos de más que te atormentan, los cuales puedes atacar inmediatamente. De hecho, cuando investigadores de la Universidad de Minnesota analizaron más de 1.800 personas que consiguieron con éxito bajar de peso con los programas de pérdida de peso, descubrieron que alrededor del 40 por ciento se pesó diaria o semanalmente. Y cuanto más frecuentemente se pesaron, más peso perdieron: 12 libras en promedio para quienes se pesaron diariamente, en comparación con 6 libras de quienes se pesaron cada semana (Los que tuvieron miedo a pesarse, por su parte, ganaron un promedio de cinco libras).

Sin embargo recuerda: ‘No te desanimes si los números no son los que esperabas, pues el peso es afectado por la hora del día y la cantidad de agua que estás reteniendo’, afirma Jones. ‘Los concursantes de los reality shows podrán bajar hasta 11 libras a la semana, pero para una mujer normal, una o dos es completamente realista’. Para mejorar tus probabilidades de adelgazar, divide tu peso ideal en objetivos más pequeños. Por ejemplo, no intentes bajar 10 kilogramos en dos semanas, trata de bajarlos en cinco semanas. Un estudio de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Iowa encontró que entre más frecuentes y más específicos sean tus objetivos para perder peso, mayores son tus posibilidades de pegarte a ellos. Además, el logro de un objetivo te motivará a alcanzar el siguiente, algo que todos hemos experimentado y que las investigaciones han demostrado que es verdad.

4. Levanta tu ánimo
Objetivo: Alimentación emocional
¿Por qué funciona?
Se ha comprobado que cuando la gente come en exceso, casi un 75 por ciento de las veces es porque se está sintiendo deprimida. Se dice que estar de buen ánimo puede distraer tus ganas de comerte un pote entero de helado de chocolate, y un estudio publicado en el Journal of Experimental Social Psychology respalda esta afirmación. Los investigadores primero agotaron las reservas de fuerza de voluntad de la gente al ponerlos únicamente a comer rábanos, mientras que los dejaron solos en una habitación llena de galletas y chocolates. A continuación, algunos de los voluntarios vieron un cortometraje de comedia y los otros una película educativa. Luego se pidió a todo el grupo llevar a cabo una tarea mental. Adivina quién lo hizo mejor.

Los resultados demuestran que incluso pequeñas dosis de alegría pueden renovar rápidamente tu capacidad de decir no. Por lo tanto, la próxima vez que estés siendo tentada a devorar esa hamburguesa con extra queso y tocineta, navega en youtube por los videos más chistosos o mira un DVD de comedia. Puede que esta felicidad no dure eternamente, pero durará lo suficiente como para que no ataques ese helado de vainilla con chocolate caliente.