psicología

Di adiós a las inseguridades

, 19/5/2010

No permitas que los temores te abrumen, te bloqueen o impidan que sobresalgas en tus proyectos. Te damos algunos consejos para manejarlos.

- Foto:

Si la ansiedad por enfrentarte a retos así sean pequeños te desestabiliza; si temes hablar en público y exponer tus ideas; si pese a que tienes los argumentos necesarios para abordar una situación decides no hacerlo porque la inseguridad te domina; o si prefieres continuar con ese trabajo desgastante y aburrido porque te da pánico asumir uno nuevo… entonces tú misma estás saboteando las nuevas oportunidades que la vida te da.

Esas actitudes tienen explicación en esa emoción tan común que todos experimentamos cotidianamente: el miedo. Por lo general, este sentimiento hace su aparición cuando la posibilidad de ser rechazado, de fracasar, de perder dinero o de fallar es latente. Para manejar estas circunstancias que muchas veces sólo son producto de la imaginación o resultado de la ansiedad, te damos cinco sugerencias:

1.¿Es real?: analiza qué tan complejo y profundo es el temor que sientes y si de verdad y en las peores circunstancias posibles ese miedo te podría poner en peligro. Si luego de hacer este ejercicio conscientemente la respuesta es no, entonces sólo debes proponerte ser más realista y sacar de tus pensamientos esos obstáculos mentales. Saber que tu inconsciente te pone trabas es el primer paso para aprender a manejarlo.

2.Nada puede ser tan malo: piensa a futuro y pon en un papel las ventajas y desventajas que puede traerte tomar una decisión que implique un cambio de vida. Sé muy realista y sincera contigo misma y descubrirás que pedir un merecido aumento, cuestionar una decisión, cambiar de actividad o proponer una nueva idea no es para nada descabellado. Si aún así temes exponer lo que piensas, entonces recuerda que lo peor que puede pasar es recibir como respuesta un no, y todo sigue igual.

3.¡Al agua!:date la oportunidad de ir lanzando poco a poco tus ideas o de hacer los cambios necesarios en tu rutina. De esta manera puedes tomar riesgos sin que te sientas vulnerable. Esto también te ayudará a salir paulatinamente de tu zona de confort para asumir nuevos e interesantes retos.

4.Buena observadora: lee, documéntate o -para no ir tan lejos- presta atención a cómo se comportan aquellas personas que están o llevaron a cabo ese proceso al que tanto le temes. Encontrar referentes exitosos de quienes lograron dar el paso y encontraron un nuevo trabajo, tuvieron un hijo sin dejar de lado su profesión, iniciaron un negocio propio o simplemente cambiaron sus rutinas de vida por unas que los hacen más felices, puede darte mucho ánimo.

5.Un nuevo chip: ¿te suena la programación neurolingüística? Pues aunque te parezca extraño, controlar tus pensamientos, lo que dices y cómo lo dices puede generarte mucho bienestar emocional pues estarás cargada siempre de buena energía para enfrentar los obstáculos que tus decisiones conlleven. Así que cada vez que las dudas te asalten o los miedos comiencen a hacerte zancadilla, dales la vuelta y conviértelos en pensamientos positivos.