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El tabaquismo podría ser genético

, 11/5/2010

La adicción al cigarrillo y el desarrollo de enfermedades como el cáncer de pulmón podrían tener explicación en las alteraciones de algunos genes.

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Hay fumadores que pese a que han pasado la mayor parte su vida aspirando humo de cigarrillo no desarrollan cáncer; también están las personas que fuman únicamente en situaciones de estrés o en reuniones sociales y luego olvidan ‘mágicamente’ su gusto por el tabaco; y otras que con probar una sola vez el cigarrillo quedaron pegadas a él para siempre.

Si estas situaciones te parecen familiares y además inexplicables, entonces debes saber que un grupo de científicos llevó a cabo tres estudios diferentes en Europa y Estados Unidos para entender por qué algunas personas son más propensas que otras al tabaquismo y a las enfermedades relacionadas con el consumo.

Los resultados de las investigaciones, que fueron publicados en las revistas Nature y NatureGenetics, sorprendieron: la alteración de determinados genes puede ser la causa de la adicción al tabaco y por ende, de la imposibilidad de dejarlo. Esto desmiente entonces, de alguna u otra manera, que la falta de voluntad sea el mayor obstáculo para los fumadores que desean romper con su hábito y abre la posibilidad de desarrollo de nuevos tratamientos médicos personalizados.

Los genes
Según los especialistas, el tabaquismo y su origen temprano tienen explicación en una variante del cromosoma 11;la necesidad de fumar gran cantidad de cigarrillos y la tendencia a desarrollar cáncer de pulmón o enfermedades asociadas, en los cromosomas 8 y 19; y la incapacidad para abandonar el hábito está en el 9.

A esta conclusión se llegó luego de estudiar el genoma de 140.000 fumadores severos, es decir de aquellos que necesitan prender un cigarrillo tan pronto como se levantan. También se estudiaron los genes de las personas no fumadoras.

De comprobarse con pruebas adicionales que efectivamente la genética y el tabaquismo están relacionados, las personas que desean dejar el hábito o que están más propensas a padecer cáncer de pulmón, enfisemas, adicción a la nicotina o enfermedades asociadas al consumo de tabaco, podrían acceder a tratamientos más efectivos porque la causa dejaría de ser un misterio.

Cuestión de placer
Los investigadores afirmaron, además, luego del estudio de los códigos genéticos que el tabaquismo también puede estar asociado con el placer y con las recompensas que la persona se da. Cuando el fumador no tiene la posibilidad de acceder a un cigarrillo, la ansiedad, el mal humor y la depresión aparecen en la mayoría de los casos.

Esta condición llevaría a los médicos o sicólogos a proponer sustitutos de la nicotina que contribuyan a manejar esos estados de agitación o intranquilidad.