Inseminación artificial

 
Por: Revista Fucsia.com

La infertilidad o disfunción reproductiva se puede mirar desde varios puntos: como producto de la incapacidad de transmitir la información genética de la pareja, problemas físicos que impiden que los óvulos lleguen a su destino final, o que los espermatozoides no pueden engendrar.

Cada una de estas patologías resultan en que una mujer no pueda quedar embarazada y que sea necesaria la intervención de agentes externos.

Cuando se padecen estas patologías se recurre al método de inseminación artificial. Este es un proceso de reproducción asistida, es decir, de ayudar a las parejas o a las mujeres a tener un bebe sin la necesidad de tener un coito. Se utilizan medicamentos que permiten controlar la ovulación para determinar el día de la inseminación.

Esta puede llevarse a cabo por inseminación, inyección intra citoplasmática y la fertilización InVitro. Todos estos procedimientos necesitan de semen donante o del semen de la pareja para poder llevarse acabo. Sin embargo, hay que tener claro que el éxito de cualquiera de estos métodos es del 17 al 20 por ciento. Este tratamiento debe realizarse con el equipo adecuado, que incluye un ginecólogo con especialización en esta área, un urólogo, un andrólogo, un psicólogo, y un inmunólogo, y se debe llevar un control adecuado.

- Diferentes tipos:

In Vitro
El término in vitro se refiere a un procedimiento biológico que se realiza fuera del organismo. Se hace en placas planas denominadas placas de Petri, donde se incuban los ovarios durante un tiempo para introducirlos luego en el cuerpo de la mujer.

Inyección intra citoplasmática
El ICSI, como es conocido este método, es un procedimiento de micromanipulación de gametos, incorporado para el tratamiento de la esterilidad masculina en aquellos casos en que la calidad del semen no sea buena para fertilizar un óvulo.

Antes de realizar la inseminación, el laboratorio escoge los mejores cinco millones de espermatozoides del donante que luego serán puestos en la cavidad uterina. De estos sobrevivirán aproximadamente 1.000 o 5.000 espermatozoides que entrarán en un lucha por encontrar el óvulo apto para ser inseminado.

El proceso de inseminación tarda de 10 a 15 minutos. Consiste básicamente en poner espermatozoides dentro del útero, a través de un pequeño catéter de plástico.


Acerca del donante

Si se recurre a bancos de semen es muy probable que jamás se sepa quién es el padre del hijo que se va concebir. Es importante tener en cuenta que ya que las mujeres tienden a tener vínculos emocionales con los padres de sus hijos, en este caso no tendrá ningún tipo de contacto.

Esta es una de las cláusulas que deben firmar tanto los donantes como los receptores de semen. Por ningún motivo las madres se enteraran de quienes fueron los donantes.

Por otro lado, es importante que sepas que los hombres escogidos para esto no tienen ninguna enfermedad mortal y que cumplen con ciertas características.