salud

La batalla final

Revista Fucsia, 25/3/2009

El cáncer de cuello uterino se lleva cada año la vida de miles de mujeres en el mundo.

Júpiter - Foto:

 
Una nueva vacuna podría cambiar las estadísticas para las nuevas generaciones.
 
No diferencia condición social. Puede atacar a una mujer de 30 años o a una de 60. Su aparición es tan silenciosa como el sufrimiento que precede a su diagnóstico. El cáncer de cérvix o cuello uterino es el segundo tipo de cáncer más común en las mujeres (el primero es el cáncer de seno) que cada año registra 500 mil nuevas pacientes en todo el mundo, siendo los países en vías de desarrollo los que aportan 80 por ciento de los nuevos casos registrados. El sólo hecho de mencionar la palabra ‘cáncer’ aduce de inmediato a una condición grave. En los últimos 50 años la enfermedad se ha transformado y multiplicado de manera alarmante hasta convertirse en una prioridad investigativa para la comunidad médica, científica y farmacéutica. El laboratorio Merck Sharp & Dhome, lanzó en Colombia Gardasil, una vacuna contra cuatro de los seotipos del Virus del Papiloma Humano (VPH) responsables del 70 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino y de 90 por ciento de las verrugas genitales. Está indicada para niños y niñas de 9 a 17 años y para mujeres hasta los 26. Los varones, aunque no desarrollan cáncer de útero, pueden desarrollar las verrugas y en menor medida cáncer de ano o pene. Son fuente de contagio del VPH y un elemento fundamental en la cadena que lleva a la enfermedad.

Qué es el VPH

El Virus del Papiloma Humano es un virus común que se transmite por contacto genital, no necesariamente coital. En la mayoría de los casos, la respuesta inmune del cuerpo elimina el VPH espontáneamente sin presentar algún síntoma. Cuando se manifiesta, pueden aparecer diferentes lesiones, desde verrugas genitales, lesiones premalignas cervicales de bajo grado, hasta lesiones precancerosas de alto grado, hasta lesiones precancerosas de alto grado que pueden terminar en cáncer de cérvix o estar relacionados con otros tipos de cáncer en la vagina, ano, pene y algunos tipos de cáncer en boca y laringe.

Se calcula que unos 630 millones de personas en el mundo (hombres y mujeres) están infectados y que la mitad de la población sexualmente activa lo contraerá en algún momento de su vida. La vacuna actúa sobre los tipos 6, 11, 16 y 18 del VPH, ya que cualquier contacto o manipulación de la zona ano-genital de una persona contaminada es suficiente para adquirirlo. La citología vaginal es un examen que permite diagnosticar célular anormales (cancerígenas) en el cuello del útero, sin embargo, no es del todo preventivo. Muchas mujeres no se la hacen por temor o vergüenza, todavía hay tabúes y predisposición. Otras ignoran que tanto la citología como la colposcopia (examen que se realiza cuando la citología presenta alguna anomalía) están cubiertas en todos los planes de salud desde las prepagadas hasta el Sisben, de acuerdo con lo estipulado en el acuerdo 412 de la ley 100 del Ministerio de Protección Social.

Causas y azares

El doctor Andrés Velásquez, presidente de la Sociedad Colombiana de Ginecología y Obstetricia, explica que existen varias razones para que el VPH sea cada vez más común y, por ende, se traduzca en una mayor incidencia de cáncer de cérvix. “Por un lado estamos en una sociedad donde se ha disminuido la monogamia única y absoluta. La gente tiene más parejas sexuales a lo largo de su vida y eso hace que se propague el virus. Otro aspecto para tener en cuenta, es que las mujeres estan comenzando su actividad sexual más temprano. Cuando llega la primera menstruación, el epitelio comienza a madurar. Si transcurre poco tiempo entre ese momento y el inicio de la vida sexual, la mujer puede ser más vulnerable al VPH y, por consiguiente, a desarrollar cáncer en el cuello del útero. Existen además otros cofactores, como el cigarrillo, una nutrición no adecuada o una vida sedentaria, que se convierten en factores de riesgo. Por ejemplo, pueden existir unas hermanas gemelas, genéticamente idénticas que tuvieron relaciones con el mismo novio, portador del VPH pero una de ellas fuma. Es muy posible que la que fuma desarrolle la enfermedad y la otra no. Por eso, es tan importante que la gente entienda que si bien la vacuna es un paso muy importante en cuanto a prevención, tener hábitos saludables es clave para evitar la mayor parte de las enfermedades”.

Una vacuna inteligente

Sandra Besada, médica pediatra, hace énfasis en la importancia de concienzar a los padres sobre la necesidad de la prevención primaria.

“Los pediatras sabemos que la vacunación a edad temprana garantiza una respuesta positiva del organismo. También es fundamental que los niños asistan a controles cada año. La vacuna contra el VPH no va a evitar que los jóvenes tengan un ‘debut sexual’ temprano, pero sí los va a proteger contra una enfermedad que puede afectarlos seriamente, especialmente a las mujeres, pues sabemos que hoy en día el cáncer de cuello uterino ataca a la oblación femenina en edades altamente reproductivas y productivas. Es la oportunidad de cambiar la vida de nuestras hijas. Por otra parte, me parece importante destacar que esta vacuna es novedosa en su fabricación, ya que es sintética y no está elaborada a partir del virus, tiene la principal proteína del virus, pero no el material genético que permita la replicación del virus en el cuerpo. Adicionalmente, el Virus del Papiloma Humano a diferencia de otras enfermedades no ha mutado, es decir, que es estable, así que la vacuna que se aplique ahora seguirá siendo efectiva durante muchos años más”.

El siguiente escalón

La llegada de esta vacuna es una luz en la batalla contra el cáncer. Sin embargo, todavía sus costos de producción son elevados. Sería ideal que la vacuna contra el VPH hiciera parte de los programas de salud auspiciados por el Estado. El cáncer de cuello uterino es hoy por hoy un gran problema de salud pública. Atender a un paciente que presenta lesiones cancerosas en el útero cuesta mucho dinero y los planes de salud están en la obligación de hacerlo. El costo de la vacuna frente a lo que ganaría la sociedad con madres, esposas y trabajadoras sanas no tiene precio. ¿Se logrará una cobertura para que todo el esfuerzo por crear esta vacuna haya valido la pena?

Cuándo, cómo, dónde

· Gardasil fue aprobada por el Invima para ser aplicada en niños y niñas entre 9 y 17 años, y mujeres entre 17 y hasta 26. El médico puede evaluar la pertinenia para aplicarlo en pacientes de mayor edad (por ejemplo, una mujer mayor de la edad indicada que nunca haya tenido relaciones sexuales).

· Se aplica una primera dosis, la segunda a los dos meses y la tercera al cabo de seis meses. Cada dosis tienen un valor cercano a los $350.000.

· No se ha comprobado su efecto en mujeres embarazadas, sin embargo, durante el estudio realizado algunas mujeres participantes quedaron embarazadas. Ninguna reportó consecuencias, pero por ahora se aconseja no aplicarla a mujeres en gestación.
 
· ¿Dónde vacunarse? En los centros de vacunación que tienen las condiciones de seguridad y garantía para las vacunas.

· Más información: www.pasalavozvph.org