Secretos de un bronceado natural con mínimo riesgo

Por RevistaFucsia.com
 
Ahora que se aproxima la posibilidad de gozar de unos días soleados ni se te ocurra plantarte al sol como una iguana, la falta de costumbre a la exposición solar puede causar graves daños a tu piel. A continuación algunos secretos para tener un bronceado de ataque de manera natural y sin exposición excesiva al sol. Además de envejecer prematuramente la piel, generando arrugas y manchas, la desmesurada exposición a la radiación ultravioleta del sol incrementa sustancialmente la posibilidad de adquirir cáncer de piel. Según los expertos, el riesgo de adquirir cáncer en la edad adulta aumenta si se han tenido quemaduras solares durante la infancia, por eso, a medida que pasan los años es imprescindible cuidarse al máximo en las vacaciones e ingerir abundante agua antes, durante y después de la exposición solar.

Antes
Para potencializar tu bronceado sométete a una sesión de peeling una semana antes de exponerte al sol, para remover las células muertas que están por caer y procurar que el tono se mantenga por más tiempo.

Antes de ponerte a recibir el sol es recomendable bañarte con agua dulce y secarte bien, el agua salada reseca la piel y las gotas que han quedado actúan como lupas sobre la epidermis ocasionando manchas.

La zanahoria es conocida por su poder para preparar la piel para adquirir tonos oscuros con mayor facilidad. Esto se debe al ß Caroteno (beta caroteno), un químico que refleja la luz roja-anaranjada-amarilla, de allí proviene su color característico, también presente en la ahuyama, la sprulina y la papaya. Su consumo excesivo puede provocar un tinte amarillento en las plantas de las manos y los pies (pseudoictericia). Además, se ha demostrado que el ß Caroteno puede reducir algunos tipos de cáncer de piel. Lo importante para el bronceado es empezar a consumir ß Caroteno al menos 20 días antes de la exposición solar.

Durante
Para comenzar a broncearte no debes exponerte desde el primer día al rayo inclemente del sol, recuerda que la piel debe acostumbrarse al sol de la misma manera que tu estómago debe hacerlo con las comidas raras y picantes o los pies deben acomodarse con los zapatos nuevos. Siempre es bueno tomar varios días para lograr un buen bronceado, si no tienes mucha melanina en tu piel no pretendas quedar como Jennifer López en un día. La exposición gradual, aumentando el tiempo según pasen los días, es más efectiva y sana que todo un día bajo la radiación.

Las partes que menos contacto tienen con el sol son las que se queman más fácilmente, si has decidido broncear tu busto o tu cola por primera vez debes tener un cuidado más intensivo.
Algunas partes del cuerpo son más oscuras que otras, procura aplicar bloqueador de mayor intensidad en las rodillas y los codos para que no se oscurezcan más de lo debido.

Recuerda que no sólo estás recibiendo sol durante tu exposición voluntaria en traje de baño. La radiación ultravioleta está presente todo el tiempo y puede traspasar incluso la ropa. Durante las vacaciones, el bloqueador solar debe permanecer tan cerca a ti como tu celular y tus llaves.
Si ya estás consciente de que debes usar un sombrero o estar bajo una sombrilla, ten en cuenta que la radiación lumínica se refleja en el agua y en la arena blanca; durante las horas de sol más intenso, de 11 am a 4 pm, debes resguardarte bajo un techo o una sombra más oscura que la que brindan los sombraros.

Siempre es recomendable utilizar bloqueador solar, más vale una piel sana y joven que una piel enrojecida y ajada. Aunque el filtro solar sea mínimo, es fundamental aplicarlo 20 minutos antes de la exposición al sol y renovar la capa cada dos o tres horas sin falta. Los protectores con resistencia al agua no resisten el baño, así que después de bañarte también debes aplicarlo.

Después
Luego de la exposición solar es recomendable tomar un baño para enfriar la piel y humectarla con crema o gel after –sun con PH neutro. Los productos perfumados o con muchos químicos no son recomendados para humectar la piel luego de una sesión de bronceo; el Acid Mantle, en cambio, es recomendado por dermatólogos para mantener la piel humectada y conservar el manto ácido de la piel.

Evita el uso de agua caliente durante el baño, aún después de haber llegado de viaje, para prevenir posibles grietas o resequedad. Para conservar el bronceado por más tiempo báñate con una infusión de te fuerte, a continuación hidrata muy bien tu piel.
Recurrir a los autobronceadores después del bronceado puede ayudar a dar un tono más oscuro y natural. Los dos requisitos fundamentales para conservar un buen bronceado es la hidratación y la exfoliación, una piel limpia y bien hidratada garantiza un tono uniforme y más duradero.