Home /

Blogs

/

Artículo

Se busca macho

Susana y Elvira Susana y Elvira, 14/9/2008

Por: Susana y Elvira
www.susanayelvira.com

Parece que Júpiter, Saturno o algún planeta se salió de orbita y estamos en una de esas rachas donde todos las parejitas empiezan a desbaratarse. Y uno se pregunta, por enésima vez en su vida, ¿por qué Dios mío, por qué me abandonaste otra vez y ahuyentaste el amor de mi puerta... otra vez?. Así que los veranos empiezan y el amor se agota. Estimados lectores, el verano ha tocado a la puerta de Susana y Elvira.

El verano de Elvira:
¡Que no coma delante del pobre!


Estaba yo muy contenta con mi chico, con el que llevaba saliendo seis meses. La relación era perfecta (a mi modo de ver): nos veíamos los fines de semana (a veces un rápido y puntual encuentro entre semana), raras veces llamaba a molestarme a la oficina, no me hacía pucheros si le decía que no quería salir con sus amigos, cocinaba delicioso, le gustaba el plan chickflick, no quería arruncharse todo el día, odiaba caminar cogido de la mano, siempre olía rico y el despeluque le sentaba como a nadie.

Fueron seis meses felices, hasta que al tipo le reapareció su ex novia de varios años y se le cruzaron los cables. Así que tomé las riendas de mi vida, decidí hacer mis propios cambios y enfrentar mi nueva situación de soltería con dignidad. Como dice una amiga mía, “uno tiene dos opciones: estar solo porque quiere o porque le toca. Si le toca, haga todo lo posible para que parezca que está sola porque así usted lo quiso, aunque en la mayoría de los casos uno anda solo porque le toca”.

El primer paso fue trastearme con un amigo (con el que nunca he tenido ni tendré nada) que supuestamente estaba en el plan de dejar de perrear hasta que le apareciera la propia. Me pareció perfecta la idea y las primeras semanas fueron idílicas. Sin embargo, le pudo más la hormona que la razón, y con el paso del tiempo, regresó a sus viejas andanzas: todos los fines de semana una nueva chica se postraba sobre su cama y salía huyendo la mañana siguiente.

Al principio acepté la situación y cuando empezaban los gemidos en el cuarto del lado, le subía el volumen al televisor y santo remedio. Después decidí llegar a la casa un poco más tarde para evitar el bochorno y darle al chico su espacio para que tirara a todo volumen. Igual cuando llegaba a la casa tenía que subirle el volumen al televisor y ver cuanto conteo estruendoso estuvieran pasando por VH1. Hasta que un día, volvió la chica que había botado tres meses atrás, y todo cambió.

Yo, que estaba en mi mejor actitud zen, con la mente en blanco, y los chacras en su sitio, me empecé a desestabilizar cuando esta mujer reapareció. Los registros auditivos parecen indicar que las faenas en el cuarto del lado son una cosa de locos, pues esta señorita no para de gritar y además se hacen dos o tres rondas por noche. TODAS las noches. Y uno no tiene otra opción que comerse un codo.

La situación se está volviendo insoportable y no se por qué, pero últimamente siempre termino de violinista, la tercera rueda, el amigo bobo. Ya estoy mamada de que coman al frente del pobre, que salga a comer con una amiga y tenga que llevar al bojote de su novio, que a uno lo saquen de planes porque no está saliendo con alguien, y que no dejen dormir por culpa de los alaridos y los paredazos. Necesito un amigo, de carne y hueso o de pilas AA como el que fuimos a buscar con Susana sin éxito alguno. Claro que ojalá sea de carne y hueso para que, como diría nuestro fiel amigo Pepe Alegría, me den como a rata coja encostalada. Planetas: ¡por favor, reacomódense!

El verano de Susana:
Sexo cochino contra las paredes, ¡ya!


A diferencia de Elvira, mi problema mayor no es el verano en el que me encuentro hace poco más de un mes. Mi problema real es que quiero que me den como a rata coja, o, como dice Pepe, como a rata en costal. Es que mi verano podría terminar hoy si llamo a mi fuckbuddy, ese del que les he hablado tantas veces. Pero ya no lo quiero. Hace rato dejó de ser novedad y quiero algo un poco diferente, más intenso, más Viagra y látigo.

Quiero un macho que me zarandee y me deje agonizante. Que por un par de horas me haga odiar el sexo y que, como un enguayabado que se los tomó todos la noche anterior y que jura que no volverá a probar un trago, yo pueda decir: “no quiero mas sexo”. Eso sí, que al día siguiente me haga extrañarlo como a la más pura de las ninfómanas.

Quiero que al día siguiente, después de la más ardua de la faenas, me duela hasta la punta del pelo, que cada vez que camine, me siente o respire recuerde que el día anterior fui la más afortunada de las mortales. Quiero tener esa cara de buen polvo que difícilmente se oculta, que me brillen los ojos y que mi cara de ponqué sea innegable. No me importa si tengo que ver uno que otro morado adornando mi piel blanca y que por cuenta de ellos tenga que usar cuellos de tortuga por una semana entera. En este momento nada me importa. Quiero que me coman y me coman bien.

En este momento espero a un amante experimentado y sin prejuicios. Una mezcla entre Antonio Banderas, Fabio, Tarzán, McSteamy (el galán de Grey’s Anatomy), Adam Levine (de Maroon 5) , Jon Bon Jovi, y mucho Viagra. Con ellos podría lograr el más perfecto de los escenarios: sexo cochino contra las paredes, con clase y resistencia.

No me da miedo parecer una ninfómana (afortunadamente mi respetable madre no sabe de la existencia de este blog), pero lo mío es un caso de urgencia. No he ido con Elvira a comprar el amigo que me hará un poco más independiente en la consecución de los placeres que deseo y merezco. Pero igual este artilugio de dioses no será capaz de satisfacer estos placeres mundanos que me invaden.

Joan Crawford decía que necesitaba tener sexo para que su piel se mantuviera bonita. Pues lo mío es menos estético y más mental. Necesito sexo cochino contra las paredes simplemente para gozarme la cara de ponqué posterior y para sentir que no estoy desaprovechando una juventud otoñal con polvos tímidos y hasta malos.


¿Comentarios, dudas, propuestas, regaños? Escríbanos
  Y ahora estamos twittiando. Así que nos pueden buscar para saber qué estamos pensando: http://twitter.com/susanayelvira