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Te quitó el marido, ¡envíale un regalo!

Te quitó el marido, ¡envíale un regalo!

Carlos Devis, 21/2/2011



Mi Mamá con frecuencia renegaba sobre mi Papá con mi tía Sofía, la única hermana de mi padre, quien sin duda era mi tía preferida. ‘Su hermano es un sinvergüenza’, le decía mi Madre, cada vez que la encontraba, tal vez esperando ingenuamente, a que mi tía pudiera hacer algo ante el hecho de que mi Papá se hubiera ido de la casa a vivir con la mejor amiga de mi madre.

Sofía, vivía una filosofía de vida muy práctica. Cuando yo tenía un problema y sentía que el mundo se me iba a venir encima, la buscaba y ella siempre, después de contar mi tragedia, tenía un comentario usualmente chistoso, con el que le quitaba todo el drama a mi historia y me hacía entender, que en la vida podemos sufrir o reír ante el mismo hecho.
‘¿Por qué sufrir si podemos reír?’ decía, todo lo que pensamos que hoy es tan terrible, hasta lo olvidaremos y la vida seguirá.

Mi Mamá dejó de quejarse con Sofía acerca de Papá cuando un día mi tía, respondió al mismo comentario- sabe Leonor, le dijo a mi Madre –usted debería estar muy agradecida con esa señora, debería mandarle una tarjeta de navidad ?y de cumpleaños,
se imagina el problema que ella le quitó de encima, ahora es ella quien se aguanta las borracheras, las locuras de mi hermano y usted puede vivir su vida tranquila y posiblemente encontrar otra pareja que la trate mejor. Las dos soltaron una carcajada y mi Mamá desde ese momento, no sólo quedó muy agradecida con Sofía, sino con la señora que se llevó a mi Papá.

Mi Padre nunca cambió, mi Madre encontró otra persona con quien construyó una vida mucho más grata para ella. Y mi Tía Sofía tuvo una vez más razón.-todo, absolutamente todo lo que pasa en la vida, por doloroso que parezca, nos lleva a la posibilidad de mejorar nuestra vida, de ser más felices. Lo que nos causa dolor, no es lo que ocurre sino nuestro apego a esperar que la vida sea como queremos y las personas actúen como esperamos. La felicidad no está en esperar, sino en vivir con lo que existe, los regalos consisten en buscar en lo que tenemos, en lo que la vida nos ofrece. Piensa en aquello por lo que te quejas y justificas tu dolor, y reconoce, lo maravilloso que ese hecho ha traído a tu vida. Y si puedes reír en vez de llorar es que verdaderamente habrás encontrado los tesoros.

Cuéntanos cómo algo que te ocurrió en tu vida que en su momento creías doloroso y muy difícil de superar, te sirvió para hacerte más libre y feliz. Recuerda, el sufrimiento no tiene nada que ver con los hechos, sino con el pensamiento. Cambia la manera de contar tu historia y cambiará en este instante tu vida. En realidad lo único que perdemos en la vida son los apegos, lo demás nunca lo poseemos, tener es una ilusión, no soy dueño de mis seres queridos, sólo tengo el regalo de disfrutarlos mientras los tenga. La comodidad, la seguridad, la riqueza o la pobreza son sólo conceptos tan relativos que aún para cada persona, en cada momento de su vida son diferentes. Si sufro por algo, es sólo porque me he creído la historia que me contaron acerca de que tengo que sufrir, si me pasa esto o me pasa lo otro y sufriré hasta el mismo instante en que me diga a mi misma que ya no vale la pena sufrir por eso.

Un niño que nace con sólo un brazo o una pierna, sólo comienza a sufrir cuando le cuentan la historia que es anormal, que tiene un defecto, que se debería sentir mal. Dicen que el tiempo lo cura todo, no es el tiempo, es el decidir cambiar la historia, si digo que esto es muy duro, esa es mi historia. Si me digo que es normal sufrir por esto… sufriré, hasta que me diga que es suficiente. Si me digo, ya he sufrido bastante, voy a seguir con mi vida, mi sufrimiento terminará sólo porque he decidido que es suficiente. El sufrimiento es una receta segura de la suma de dos pensamientos: el primero esto debería ser así y el segundo si no es así yo debería sufrir. El sufrimiento no va a cambiar la realidad ni para mí, ni para los demás, sólo me va a hacer más difícil y dolorosa la vida. Para mí, el sufrimiento no es una prueba de amor, sino de desamor. Amor es crear felicidad, sabiendo que la vida es lo que es, no dolor que me va a hacer más difícil lo difícil. Si realmente puedo y quiero hacer algo por cambiar la realidad,
lo puedo hacer mejor y más efectivamente sin la carga del sufrimiento, que además, muchas veces, viene acompañado del resentimiento y la culpa, que hacen la vida aún más difícil. Entonces ¿cuál es tu historia?

Muy Amigablemente
Carlos Devis