Kelly, la sobreviviente de un exnovio que quiso asesinarla

Cindy Morales, 19/8/2015

"Todas las mujeres símbolo de feminicidio murieron, yo estoy viva, pero de nada me sirve la justicia", así resume Kelly Méndez su historia de supervivencia a un intento de feminicidio y su lucha para que la justicia no le dé casa por cárcel a su atacante.

Foto: Ingimage - Foto:

"No le den casa por cárcel a mi atacante". Eso es lo que pide a través de los medios y de la plataforma change.org, Kelly Méndez, sobreviviente de intento de feminicidio por parte de su exnovio Yerson Oswaldo Neva, en un hecho ocurrido el 23 de noviembre de 2014.

Tras 10 meses de varias diligencias ante la justicia, y de un primer fallo con un error enorme por parte de la primera fiscal del caso, quien quitó el agravante de intento de feminicidio sin justificación alguna, este jueves el Tribunal de Cundinamarca se pronunció en segunda instancia.

El magistrado penal Marco Antonio Rueda corroboró la condena que previamente había dado la Juez 22 de conocimiento del circuito, de 8 años y seis meses de prisión sin beneficio de casa por cárcel. Además, insisitó en el mal procedimiento de la primera fiscal del caso.

La condena no deja de ser menor, teniendo en cuenta que un caso con el agravante de feminicidio puede tener una pena de hasta 20 años de prisión. Yerson obtuvo la casa por cárcel, aunque según su defensa, el hombre se encuentra en el centro penitenciario La Modelo desde el 11 de agosto a la espera de este segundo pronunciamiento. Sus abogados tienen cinco días háblites para presentar un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia.

-Del amor a la locura-


Su historia de amor fue común. Kelly, de 26 años, y Yerson, de 32, se conocieron en la oficina, como casi cualquiera pareja lo ha hecho. Kelly ingresó en 2013 a la empresa de tecnología donde él trabajaba, y después de un tiempo su amistad se convirtió en noviazgo.

Para mayo de 2014, cuando Kelly obtuvo un ascenso y su empresa y fue trasladada de oficina, las cosas entre ambos empezaron a cambiar. Los constantes rumores de infidelidad por parte de Yerson con otras compañeras de oficina, le indicaron a Kelly que la relación no iba por buen camino.

"Eso ya no tenía ni pies de cabeza. Los chismes en la oficina eran constantes y su exesposa también me llamaba a decirme que ellos estaban juntos y que él me estaba diciendo mentiras. Para julio (de 2014), me cansé y le dije que no más", afirma Kelly.


Foto: Archivo personal


-El infierno de una noche-

Ese "no más", después de año y medio de novios, fue una especie de "bofetada" para Yerson, separado y padre de una niña que hoy tiene 10 años. Según la joven, el empezó a llamarla "50 o más veces al día".

"Si no le contestaba me dejaba mensajes de voz, mensajes de texto. Me escribía por Skype, me escribía por Facebook, me escribía por Instagram, por todo lado. Yo estaba muy tragada de él, pero no iba a dar marcha atrás. Nunca la di. Cuando un día hablamos y yo le dije que de verdad no más, pensé que él había respetado esa decisión", asegura.

Una de las últimas salidas fue al mirador de La Calera. "Yo, como chiste, le dije: aquí se puede hacer el crimen perfecto. Uno lanza a alguien desde aquí y nadie se va a dar cuenta, va a quedar irreconocible. Él se rio y me dijo que tenía razón, fue un comentario al pasar", dice Kelly.

Un comentario al pasar que casi se convierte en su propia pesadilla. Era noviembre para ese entonces y ya Kelly se había enterado por medio de la exesposa de Yerson, que ellos seguían sosteniendo una relación.

A pesar de la obstinación de su exnovio, Kelly no se había visto con él, hasta el domingo 23 de noviembre de 2014 cuando él la llamó y le insistió en verse. Kelly salía tarde de sus clases en el Sena, y creyó que era una buena oportunidad para devolverle el anillo de compromiso que le había dado meses atrás, y decirle de una buena vez que este realmente era el fin de su relación y que ella salía con otra persona.

"Se llegaron las 8:40 p.m., yo salí de clases y efectivamente me estaba esperando en el carro. Yo me subí al carro, lo saludé de beso en la mejilla y él arrancó el carro en dirección a mi casa. Llegamos sobre las 9:10 p.m. y le dije que parqueara detrás de mi casa para que pudiéramos hablar un rato", relata.

"Era obvio que me iba a decir que volviéramos. Lo hizo. Yo le dije que quería intentar las cosas con otra persona. Entonces él empezó a meterse por mi aspecto físico porque sabía que vivía como acomplejada por ser gordita, y me dijo que nadie me iba a querer con esos rollitos, pero él sí", cuenta Kelly.

-Otro "si usted no es para mí, no es para nadie"-


Yerson, en un intento desesperado, le pidió a Kelly que revisara sus mensajes de celular, que no tenía nada que esconder. "Pero sí le encontré uno con una de las compañeras de oficina. No fui grosera, sólo le dije que mira sí que estás saliendo con esta persona. No se lo dije en un tono malo", afirma Kelly.

"Yerson se me abalanzó encima, recostó mi silla del carro y me dijo: ¿Usted no se da cuenta de lo que estoy haciendo por usted? Es que si usted no es para mí, no es para nadie. Después sentí un golpe en el pecho", dice Kelly con un tono de rabia, pero confesando sentirse aliviada de no haber llorado en toda la entrevista.

 


Las lesiones que le quedaron a Kelly Méndez tras el ataque de su exnovio. Foto: Archivo personal


No fue un golpe lo que recibió Kelly. "Yo en esos microsegundos pensé, este tipo me golpeó". Pero cuando Yerson quitó las manos de encima del cuerpo de Kelly, ella se vio un cuchillo metido en la mitad de su pecho.

Luego, sin pensar, sin medir, sin razonar, Yerson volvió a sacar el cuchillo y se lo enterró de nuevo en el seno izquierdo.

"Estábamos atrás de mi casa (en el barrio Villa Luz). Recostada y todo podía ver la habitación de mi hermano. Grité y pedí auxilio, pero él me dijo que me callara y desde ese momento me pasmé. Él solo me decía que yo lo obligué a hacerlo", afirma Kelly.

Yerson arrancó el carro en una especie de "paseo de la muerte". Ella, inexplicablemente, estuvo consciente la mayor parte del tiempo y logró reconocer algunos edificios de la ciudad y luego las montañas. Él la había llevado a La Calera. Mientras su cuerpo se adormecía, ella iba y volvía y le insistía que "no la dejara morir, que la llevara al médico".

Su instinto de supervivencia la llevó a decirle al hombre que la había atacado que "lo amaba". "Le dije que me iba a casar con él, pero que si no me llevaba a una clínica no me podía mejorar. Que se inventara que me habían atracado y que yo le prometía no contarle a nadie".

Cuatro horas después del ataque, "desangrada, con pocos signos vitales y con más de 4000 centímetros cúbicos de sangre depositados en su pulmón derecho y en el tórax", según el parte médico, Yerson llebó a Kelly a la clínica.

En un tono desesperado, el hombre contó a las autoridades y al personal de la Clínica que habían atracado a Kelly en un bus del Sitp, y que ella lo había llamado para que la auxiliara.

Durante cuatro días, Kelly estuvo inconsciente y luchando por vivir. Mientras Yerson la visitaba en la clínica, hablaba con sus padres e incluso un día se quedó a cuidar del hijo de Kelly. Pero la resurrección en su sentido más literal llegó: Kelly logró despertarse por unos minutos y confesarle a su hermano: "Fue Yerson".

La policía, la familia de Kelly y el hospital montaron una tramoya para que Yerson no se enterara de que iban tras de él y para que tampoco pudiera entrar a la habitación de Kelly. Después de la debida denuncia, las autoridades lo capturaron.

-Los problemas de la justicia-

Pero por más "fácil" que estuviera el caso, la justica opera de manera demasiado increíbles. Yerson no estuvo desde el principio en un centro penitenciario. Por el contrario gozaba del beneficio de la casa por cárcel.

Por ello, según la Secretaría de la Mujer, una de las fiscales del caso será investigada penal y disciplinariamente por el eliminar el "hecho de ser mujer" como agravante del caso.

A pesar de que no su caso no entra en la ley de feminicidio que se aprobó el 2 de junio de 2015, sí pone de presente los graves problemas de la justicia y mucho más cuando se trata de crímenes y hechos violentos contra la mujer.

"Todas las mujeres que son símbolo de feminicidio murieron, y yo que estoy viva de nada me sirve la justicia si este tipo va a pagar tan pocos años", sentencia Kelly.

-Aquí puedes firmar la petición de Kelly en change.org-

Cindy A. Morales
@cinmoraleja