belleza

Acierte usando el producto preciso para cada problema

, 5/5/2010

Todas las mujeres se empeñan en hacer desaparecer los granos, las arrugas, las manchas que afean. Pero, ¿sabe usted cómo usar los productos que combaten estas imperfecciones y aquellos que son de forzoso uso diario?

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Una piel imperfecta no es algo que deba causar complejos ni volverse un problema insoluble. Todas las mujeres, hasta aquellas cuyo rostro parece simplemente perfecto, lidian con imperfecciones que coinciden, por ejemplo, con periodos como la menstruación o con etapas de estrés exacerbado.
La disyuntiva que se plantea a las mujeres es la de seguir una rutina de belleza que les toma dos horas diarias y una buena dosis de paciencia para seguir indicaciones que parecen un manual para poner a funcionar una nave espacial, o la de obviar las complicaciones y hacerse a una rutina de belleza sencilla, pero muy eficaz.

Protector solar
La necesidad de usarlo es incuestionable, pero surge la duda: ¿después de la crema hidratante?, o ¿usar una crema hidratante que contenga protector?
Decídase por la alternativa que más le convenga: si tiene la piel demasiado blanca y se ‘arde’ con facilidad, póngase un bloqueador de factor alto en toda la cara, incluido el cuello. Puede hacerlo tan pronto salga de la ducha y, cuando haya pasado un buen rato, aplicarse la crema hidratante que siempre usa.
La otra alternativa es ponerse simplemente la crema humectante que usa siempre y que incorpora el protector solar. Son dos funciones en una y, sobre todo, si su piel es trigueña, no pronta a quemarse, tiene la garantía de estar hidratada y protegida al mismo tiempo.
 
Manchas
De nuevo, la protección solar es la primera medida que hay que tomar para evitar las manchas. Para “curarse en salud”, es importante agregar a esa protección el uso de productos antioxidantes, como algunos sueros que actúan de noche. Por otra parte, las cremas especialmente elaboradas para aclarar las manchas contienen ingredientes como el retinol.
Con las manchas pasa que hay que armarse de paciencia, así que la constancia en el uso de los productos indicados es vital porque su efecto actúa a largo plazo. No piense que de un día a otro desaparecen las manchas, dele tiempo al tiempo.

Siempre humectada
Dicen los expertos que cuando una crema deja de cumplir con su papel hidratante surgen las irritaciones y los sarpullidos. Pero elegir la crema adecuada, entre tantas, es cosa de aprender: si usted tiene la piel grasa use una fórmula libre de ingredientes aceitosos. Si su piel tiende a resecarse, use una crema ligera que contenga ingredientes de acción intensiva y, sí, oleaginosa. Aquellos productos procedentes de fuentes naturales, como las mascarillas de frutas y las cremas hechas a partir de aceites esenciales de algunas plantas, son ideales para hidratar la piel sin problema.
Un consejo final: no hay que sobresaturar de crema la piel. Tome en las yemas de los dedos índices un tris y espárzala suavemente sobre la cara.
 
Acné
Cuando hay brotes de acné, o simplemente espinillas, la limpieza es primordial en su control, porque la grasa juega un papel definitivo en producirlo. El primer consejo es que no se automedique, consulte al dermatólogo si nota que los barritos se están extendiendo a otras áreas de la cara diferentes a la zona de la nariz, la barbilla y el labio superior. Como se sabe, el peróxido de benzoyl es uno de los componentes usados comúnmente para poner a raya al acné. Sin embargo, hay que usarlo solamente en los puntos inflamados porque tiende a resecar el cutis.
Si los granitos molestan mucho, están muy inflamados y supuran, póngase un cubito de hielo tan sólo durante un minuto. Y limpie su cara, si puede dos veces al día, con un tónico o limpiador, obviamente no aceitoso.
 
Arrugas
Tarde o temprano aparecen, pero, por enésima vez, le advertimos: si usted no empieza a cuidarse la piel a los 20 y tantos, a los 30 tendrá más arrugas que una mujer de 40 años. De modo que la cosa es de simple sentido común. La rutina de cuidados es esencial y en ésta toma un papel protagonista la protección contra los rayos del sol. Las cremas que contienen antioxidantes protegen, por su parte, del daño de los radicales libres.
Pruebe usar una crema más densa en las noches, quizá con efecto tensor, y una más ligera de día, cambie de cremas cada 6 meses (el tiempo que duran éstas, aproximadamente) y nunca, nunca, deje de ponerse crema tanto en la noche, después de la limpieza, como después del baño, en las mañanas.
 
Poros abiertos
Obsesionan a muchas mujeres más de lo que debieran, pero ellas no hacen lo que se debe para remediarlos y camuflarlos. Busque el ácido salicílico, agente importante en la tarea de minimizar los poros, en su loción limpiadora de uso diario o cada dos días. Exfolie, sí, exfolie su piel al menos una vez por semana o hágase una dermoabrasión para remover las células muertas que reposan en esos poros abiertos.
Y como ingrediente cosmético, nunca olvide ponerse una sutil capa de Primer (especie de base o sustrato anterior al maquillaje) o polvos translúcidos, que puede llevar también en su cartera. Un tip final: la base excesiva es fatal, hace que lo poros abiertos se vean más.
 
Piel sensible
El complejo de la piel enrojecida y urticante es superior a nuestra voluntad de mostrarnos calmadas. ¿Es obsesiva con oler a rico? Allí puede estar la causa de su piel sensible. Por eso, lo primero que aconsejan los dermatólogos es usar productos libres de fragancia, como el Agua Termal de Avène. Si su piel ha sufrido o sufre rosácea, lleve siempre consigo un frasquito de agua procedente de fuentes termales, como la de Avène, éstas resultan refrescantes y ‘desestresan’ la piel y, sobre todo, son inocuas.
¡Ah! El protector solar es imprescindible para la piel sensible, pero en su caso, son preferibles las que no contienen ingredientes químicos.
 
Brillo
La piel brillante es bonita, pero no excesivamente. Pero, hay tipos de piel y, una de esas, es la que brilla demasiado, mas no porque su condición sea grasa. La ventaja para morigerar esta condición es que hay muchos productos que actúan tanto dermatológica como cosméticamente. Las lociones de limpieza astringentes o los tónicos hacen una buena labor matificante de la piel.
También hay cremas y otros productos especialmente formulados para evitar el brillo de la piel. La clave para que no brille es tomarse todo el tiempo que sea necesario en la rutina de limpieza: primero, el desmaquillante, luego, el tónico o la loción astringente, y por último, una crema humectante, no aceitosa.