Camilo Álvarez, 10 años de un paseante urbano

Revista FUCSIA, 20/7/2014

El diseñador paisa será el encargado de la pasarela inaugural de Colombiamoda 2014. Los círculos y el juego con los patrones están en el fondo de una colección que celebra los ciclos cumplidos.

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Caminar es lo que hace. Es en ese discurrir del tiempo, entre los zapatos y el cemento, que Camilo Álvarez fragua sus colecciones. Piensa, deja que la ciudad y sus referencias cotidianas le hablen. No busca nunca nada grandilocuente ni exuberante. No está en busca de eso, ni siquiera ahora que le ha sido encargada la misión de darle vida a la apertura de Colombiamoda 2014, un reto que parece, por demás, mayor, si se tiene en cuenta que hace tan solo un año la feria abría sus puertas de la mano del celebrado Haider Ackermann. 

Pero Camilo Álvarez sabe que son sus líneas simples, esos juegos extraordinarios con la tela, invisibles, y sus referencias deportivas, lo que lo han llevado a ser un verdadero referente de la moda joven. Por eso ahora más que nunca, al ser elegido en representación de todos esos creadores que trabajan en sus talleres para que Colombia sea dueña de una moda con identidad, debe ser fiel a sí mismo. De alguna manera esta invitación es el resultado de un camino que se viene labrando desde hace diez años y que, aunque ha contado con muchos reconocimientos y espaldarazos, también ha estado lleno de duros aprendizajes.

No hay más que recordar la vez que Álvarez y sus socios, Juan Camilo Ríos e Isabel Bernal, alquilaron una bodega de 400 metros de la que solo usaban 50. O esos días en los que tuvieron que quemarse la cabeza para idear la manera de sostener un negocio tan difícil y decidieron, alternativamente, instalar una maquila en su taller. O cuando descubrieron que al mercado local le costaba mucho comprar prendas que se alejaran de la siluetas tradicionales, lo que los obligó a poner a conversar sus patrones complejos con las demandas del mercado. Pero lo importante es que todos esos caminos andados se celebran y cumplen a cabalidad su sentido con esta pasarela inaugural.

Quizás por esto, Camilo Álvarez ha elegido el círculo como la figura geométrica que esta vez alentará sus diseños. Un fin y un principio a la vez. Es el regreso a una década atrás cuando, siendo un estudiante, se presentaba de la mano de la Colegiatura para mostrar su talento, pero es la evidencia también de un presente que se muestra apasionante. “Esta colección se llama Desayuno, porque en esa primera comida todo es redondo, el huevo, la taza del chocolate, los platos, las rosquillas, y eso me llevó a pensar en el círculo como una figura básica pero esencial, en la que se resumía mi proceso. Por eso en esta celebración de mis diez años como diseñador no quise hacer una retrospectiva sino celebrar un nuevo comienzo”, cuenta el creador paisa.

Hay que advertir, sin embargo, que ningún asistente a la pasarela inaugural de la feria, el próximo lunes 21 de julio en Medellín, patrocinada por Argos, puede esperar inocentemente ver círculos literales sobre las modelos. Como es costumbre en Álvarez, la escogencia de una forma geométrica está ligada a las formas como se experimenta con la tela en los patrones. Así como en la colección que presentó este año en Plataforma K usó la forma en ele como una manera curiosa de drapear la tela, aquí los círculos crean caídas y volúmenes insospechados.

Los colores de esta colección empiezan con tonos oscuros y van mutando hacia los más claros, con notable presencia de los brillantes e índigos. También son protagonistas los melange y el gris, que parecen atravesar todas las creaciones de Camilo. “A la final es lo que más veo. Así como en el Polo Norte todo se refiere al blanco, no me sorprende que a un paseante de la ciudad como yo el gris le parezca el color más entrañable”.