Carolina Castro

Se llama Balthazar y este mes cumple 4 meses. Él aún no sabe que su mamá no sólo es una de las mejores modelos que tiene Colombia, sino que, además, tiene un trabajo con el que muchos sueñan en la Casa de modas del diseñador francés Jean Paul Gaultier. Él tampoco sabe que su mamá es una de la mujeres más felices del mundo con cosas tan simples como hacer diligencias cotidianas con él o sacarlo un rato al parque.

Carolina lo tiene claro. “He trabajado desde muy joven (empecé a modelar a los 14), así que ahora estoy dedicada por unos meses a mi hogar: mi bebé y mi esposo son lo más importante en mi vida y estoy feliz de poder regalarme este tiempo para disfrutarlos”, anota, y luego cuenta que retoma su trabajo con Gaultier en enero y, mientras tanto, trabaja con su hermana Rossana desde la casa en una marca de ropa que lanzarán muy pronto en nuestro país.

Además de Balthazar, ese es el otro proyecto que últimamente acapara sus días. Se llama Zoe & Zach y se trata de una propuesta moderna y joven inspirada en la moda de las capitales europeas. Una moda sin pretensiones, casual y chic, con un estilo atemporal, auténtico e independiente de lo que dictan las pasarelas. Dice Carolina que “la colección presenta prendas que permiten cambiar de look gracias a sus cortes originales y versátiles, de materiales naturales como algodón, lino, seda y diversos tipos de lana en tejido de punto”.

Por estos días, lleva una vida muy tranquila en París al lado de su esposo y de su hijo. Para el matrimonio Bergerot-Castro es muy importante tener tiempo sólo para los dos, por lo que una vez a la semana dejan a Balthazar con su abuela y se van de plan romántico.
 
En cuanto a criar a su hijo fuera de Colombia e inculcarle los valores patrios con los que ella se crió, Carolina dice tajante: “Le hablo, le canto y le leo siempre en español. Vendremos con frecuencia y ya encontré varias tiendas colombianas en París, así que el arequipe y el Milo no faltarán en casa”.