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Coco antes de Chanel

Revista Impresa, 9/9/2009

Conozca a la mujer que rompió los paradigmas entre ropa para mujer y para hombre. Todo en la legendaria diseñadora francesa y su vida antes de alcanzar la fama.

Coco antes de Chanel - Foto:

 
Los amantes de la moda y de las películas de época, encontrarán en Coco avant Chanel la mezcla perfecta entre estas dos artes, objetos de culto. Protagonizada por Audrey Tautou (Amelie, El Código Da Vinci), esta cinta se enfoca en la vida de Mademoiselle antes de que se convirtiera en el icono que es hoy en día. Así, aquellos que estaban esperando una producción repleta de collares de perlas y sastres de tweed, estarán un poco decepcionados ya que, aunque presentes, no son los grandes protagonistas de esta película que, sin pretensiones, logra atrapar al espectador utilizando referentes y objetos importantes en la vida de Gabrielle Chanel.

La producción

La directora de la cinta, Anne Fontaine, siempre estuvo fascinada con la figura de Coco Chanel. Su interés no se centraba tanto en la moda, sino en las características personales de esta excepcional mujer que estaba adelantada a su época.

Fontaine encontró a Chanel personificada en Audrey, quien también admiraba mucho a la diseñadora, y quedó cautivada con la visión de la directora. Una vez decidido que sería Tautou quien la representaría, y para terminar con éxito este ambicioso proyecto, Fontaine tenía claro que debía reunir a unos jefes de departamento expertos y creativos, pues era la primera vez que hacía una película de época y quería trabajar con personas que tuvieran experiencia en cada área.

El diseñador de producción fue Olivier Radot, quien estudió detenidamente la vida de Coco. Para él es fundamental detenerse más en el tema que en la época y dedicar el mundo que se crea a la historia, a los sentimientos y al punto de vista del director. Para esta cinta, en vez de copiar archivos, Radot prefiere interpretar, trasponer y sentirse con la libertad de conservar la esencia y la sensación. Como hay pocos documentos que muestren a Chanel en sus años de aprendizaje, el diseñador decidió ir hasta la fuente para averiguar qué había influenciado sus creaciones. Para lograr esto, se le prestó especial atención a los sets del orfanato de Aubazine, al comienzo de la cinta, y se hizo énfasis en el aspecto gráfico en blanco y negro. Salta a la vista que los uniformes de faldas negras y blusas blancas influyeron en su estilo.

En cuanto al castillo donde fue rodada la película, se eligió el de Millemont, del siglo XVIII, en Yvelines, pues el exterior blanco y su elegante sencillez pudieron haber influenciado a Coco, ya que fue en esos alrededores de Blasan, en Francia, donde ella descubrió el mundo.

La producción de la cinta también se enfocó mucho en encontrar formas creativas que le dieran naturalidad al ambiente. De este modo, cuenta Radot, el hecho de que Fontaine se niegue a recurrir a convenciones inútiles, hizo que se lograra un máximo efecto, ya que en las escenas grandes con muchos extras las condiciones de grabación fueron reales y naturales, donde predominaron los cuadros generales que dejan a un lado la ostentación.

El vestuario


No hay duda de que los vestidos y los trajes que se usan en una producción tienen una gran importancia, pero en el caso de una película sobre la vida de uno de los grandes iconos de la moda del mundo, es un tema prioritario y clave para garantizar el éxito y la credibilidad. De esta forma, para la confección del vestuario, Fontaine acudió a Catherine Leterrier, ganadora del premio César francés en el 2000 y 2004, y quien ya había trabajado con la directora en La Fille de Monaco (La hija de Mónaco).

Se tenía claro que el objetivo no era hacer una película sobre la historia de la moda. Afirma Leterrier, que para que la cosa funcionara se tomaron muchas libertades con el tiempo. Por poner un ejemplo: para que fuera consistente el hilo conductor de la historia, el conocido suéter marinero de rayas con el que se ve a Chanel en las fotos de los años 30, aparece al principio de la película, en una escena en la que Gabrielle Chanel camina por la playa con Boy, su gran amor, y ve los suéteres de los pescadores mientras sacan sus redes del mar.
 
Así mismo, en otro momento de la película, y para recrear la forma de cómo habría surgido la cartera Chanel, hoy mundialmente conocida, Leterrier dibujó una bolsa para costura acolchada con la forma de cartera y la mandó a hacer con un lienzo viejo de algodón negro con el que hacían la ropa los campesinos, de esta forma, dio la sensación de que la joven Coco lo hubiera hecho con un viejo retazo.

Otro elemento importante que se debía tener en cuenta a la hora de crear el vestuario para la cinta, era mostrar las influencias que formaron el estilo Chanel que, sin duda, es inconfundible en su corte, en la suave caída de sus telas y de la sencillez del terminado. “El vestuario diseñado para esta película está a la altura de la Alta Costura”, dice Leterrier.

Para lograr producir la cantidad de vestidos necesarios se creó un taller temporal con costureras que trabajaban tiempo completo en la fabricación del gran volumen de vestidos necesarios para el rodaje. Las escenas que más esfuerzo requirieron fueron las grabadas en el hipódromo y en el teatro, ya que, además del vestuario, se confeccionaron casi 800 sombreros diferentes. Y es que los que no han visto la película y quienes no conocen a fondo la vida de esta enigmática francesa, se darán cuenta de que antes de dedicarse a hacer vestidos, Chanel fue una sombrerera que creaba modelos menos ostentosos que los que se usaban en la época. “¡Cómo pueden pensar con eso en la cabeza!”, solía decir.

A la vez que la confección del vestuario femenino tiene una gran importancia dentro de la cinta, para Leterrier el diseño de lo que llevarían los hombres también debía tener ese aire Chanel. Para lograrlo, introdujo el tweed en el vestuario de Balsan, y para la bata que él usó se le encargó a Bianchini-Ferier, en Lyon, que imprimiera en una seda un antiguo diseño con caballos de Raoul Dufy.

Una vez terminado el rodaje, la diseñadora afirmó: “Todo mi equipo, desde las costureras principales hasta los aprendices, estaba muy motivados, y todos se sintieron muy inspirados al estar haciendo el vestuario para Coco Chanel. Es como hacer Molière cuando eres un actor. ¡Para nosotros, Chanel es mítica!”.