Comida sana, congelada y a domicilio

, 13/5/2014

Variados y exquisitos menús constituyen el servicio con el que María Isabel Sarmiento, una amante de la cocina, intenta facilitar la vida en torno a la cocina y busca combatir los malos hábitos alimentarios.

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En tiempos de vida acelerada, las opciones a la hora de alimentarse parecieran reducirse a hábitos que desgastan el bolsillo o afectan la salud. Buenos restaurantes de precios altos o comida rápida a precios económicos.

Este panorama, obligado para muchos, solía subyacer en la historia de la primera clienta de María Isabel Sarmiento y de otros 39 que se sumaron a su lista de nuevos adeptos de la alimentación sana, congelada y a domicilio. La reconocida escritora del blog de cocina Cebollita de mi guiso, ferviente cultora de la cocina, chef empírica pero poseedora de un cartón que la certifica como consultora de salud del programa de nutrición holística del Institute for Integrative Nutrition de Nueva York, es la mentora de un producto y servicio que facilita la transición a una alimentación más saludable y equilibrada.

 “La lleva congelada”
es el nombre del nuevo proyecto que ahora ocupa todo el tiempo de María Isabel. Se trata de un servicio creado para mujeres y hombres que buscan renovar sus hábitos alimenticios. Para ello, ha creado un variado menú de 30 platos congelados que cada 15 días entrega en la puerta de su creciente clientela, en los que además de equilibrar los porcentajes de proteínas, carbohidratos y grasas, procura establecer una proporción entre los alimentos crudos y cocinados a precios cómodos y con sabores que seducen el paladar, como la lasaña de berenjena con queso ricota y algunos platos de influencia asiática con especias, que colman su top de creaciones culinarias favoritas y que se han convertido en el secreto para que quienes compran sus menús descubran nuevos gustos.

Aunque a la comida congelada y el uso del microondas se oponen mitos acerca de que resultan perjudiciales para la salud, como buena especialista en nutrición y abanderada de los productos amigables con el medio ambiente, María Isabel ha investigado la dinámica real de cómo son estos procesos. “La congelación es un método de conservación y lo bueno de este es que los alimentos no necesitan químicos ni conservantes para mantenerse en estado comestible, y si el proceso de cocción y congelación es el adecuado, pueden durar hasta tres meses sin perder sus propiedades”, explica María Isabel.

En cuanto a calentar los alimentos en el microondas, esta experta encontró que el problema radica en el recipiente en el que se calientan, ya que las ondas hacen que estos expulsen moléculas que se combinan con los alimentos y por eso, aunque en principio ella misma era reacia a acudir a este método, encontró en unos moldes hechos de fibra de maíz los empaques perfectos para conservar y presentar sus menús, pues tienen la virtud de no transmitir malos sabores a la comida, tanto en el estado de congelación como en el proceso de cocción.

Por estos días María Isabel ensaya tiempos de producción y hace pruebas para introducir en su menú sopas que bien se pueden convertir en la comida ideal para aquellas personas que buscan alimentos más ligeros a la hora de la cena, a fin de seguir facilitándoles una rutina alimenticia que, en virtud de sus creaciones culinarias, abre la puerta a un nuevo estilo de vida saludable a través de exquisitos sabores congelados, a precios asequibles.