En busca de la hidratación perdida: ácido hialurónico

Carolina Retat Productora Moda FUCSIA, 2/6/2015

Carolina Retat, productora de la Revista Fucsia, nos cuenta su primera vez con el ácido hialurónico. Algunas molestias y enrojecimientos valieron la pena para que su quedara lozana y reluciente. ¿Lo usarías?

Foto: Paloma Villamil - Foto:

Aunque tiendo a cuidarme la piel, con humectante y bloqueador solar, soy indisciplinada a la hora de hacerme tratamientos de limpieza e hidratación de la cara, por lo que a veces se puede ver rojiza y reseca.

Una vez llegué a Assul Medical Spa, la experta María Isabel Fuentes no solo me dijo que la piel de mi cara estaba algo deshidratada, aunque lucía saludable y joven, sino que tenía una condición llamada cuperosis, que enrojece las comisuras de la boca y de la nariz.

El propósito del tratamiento, entonces, consistía en hacer una limpieza profunda, homogeneizar la textura de la piel de mi cara e hidratarla. Este tratamiento me lo hicieron durante tres días, que fueron repartidos en tres semanas, cada uno de los cuales fui viendo una mejoría sustancial en la calidad de mi rostro.

La primera sesión constó de una hidratación profunda, que tenía como meta prepararme para cada uno de los procedimientos que se hicieron en esas tres semanas. En un principio, la especialista exfolió mi piel para estimular el nacimiento de células nuevas, extrajo impurezas y cerró mis poros, para no permitir el ingreso de grasa.

También me aplicó ácido hialurónico, que es un ácido que naturalmente produce el cuerpo pero que, conforme pasa el tiempo, se va disminuyendo. Este ácido es el responsable de darle volumen, solidez, y grosor a la piel. La buena noticia es que puede ser aplicado o inyectado. En mi caso, fue aplicado. Por último, la doctora Fuentes llevó a cabo una sesión de radiofrecuencia, que hizo que el colágeno de mi piel se contrajera y se tensara de manera inmediata.


El procedimiento duró tres días en un espacio de tiempo de tres semanas. Foto: Paloma Villamil


Como había pasado tiempo desde que me hice un tratamiento de exfoliación, de esta sesión salí roja e irritada. Esta irritación fue desapareciendo con los días, y luego, con los nuevos procedimientos, no se presentó: mi piel estaba mucho más saludable.

El segundo día de tratamiento, Fuentes me hizo una combinación de hidratación y radiofrecuencia para aumentar y mejorar el efecto de nutrición y lozanía en la piel. De nuevo aplicó ácido hialurónico, esta vez para mejorar el aporte de agua que tenía mi cara en ese momento.

La importancia de este ácido también reside en que es el responsable de que el agua del rostro no se evapore tan rápidamente, pues es esta agua la que le da un efecto redondo y saludable. En esta ocasión, ácido y radiofrecuencia fueron aplicados al mismo tiempo, para que el primero penetrara profundamente en los poros a través del segundo.

Esta parte del tratamiento fue algo dolorosa, ya que el calor de la radiofrecuencia está sobre la cara hasta que queme. Hasta que uno soporte.


Hidratación y resultados paso a paso. Foto: Paloma Villamil


Ya para la última sesión, con un rostro que no solo se veía iluminado sino que también había perdido todo rastro de resequedad de verdad, lucía mucho más joven que al principio, utilizaron un tratamiento de cremas orgánicas que tenían el objetivo de reducir las partes oleosas de mi rostro.

Las cremas eran antioxidantes, con propiedades de antienvejecimiento que ayudan a prolongar la producción tanto de ácido hialurónico como de colágeno. Después, usaron una corriente galvánica y una luz azul: la primera, para que el tratamiento penetrara mejor, y la segunda, para desinflamar las comisuras de la boca y la nariz, para reducir los rojizos y que la piel se viera uniforme.

Acabado el tratamiento, me di cuenta de lo más joven que se veía mi piel, sin haber recurrido a tratamientos invasivos como el bótox. Recomendado, especialmente, hacerse este tipo de hidratación cada seis meses, sobre todo para las que, como yo, quieren conservar la juventud de una manera saludable.