‘Contigo en la distancia’

, 12/5/2015

La escritora chilena Carla Guelfenbein ganó el Premio Alfaguara 2015 por una novela de suspenso que se mueve en los terrenos del amor, la identidad, el poder y la genialidad.

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Ganó el Premio Alfaguara por la novela Contigo en la distancia. ¿De qué manera mejora la proyección internacional de un escritor un galardón literario?

Ganar un premio como el Alfaguara hace que muchos lectores tengan acceso a tu literatura. Yo escribo porque el lugar donde quiero estar es frente a mi computadora, con mis personajes, con sus vicisitudes, con sus historias. Pero llega un momento en que, cuando has terminado, quieres comunicarte con otro, con tus lectores. Y el premio es una gran oportunidad para ampliar y profundizar esa comunicación.

Es la sexta mujer en tener este reconocimiento. ¿Está de acuerdo o no en que el panorama para las escritoras está cambiando en Latinoamérica? ¿Por qué?

El panorama para las mujeres en el mundo, aunque lentamente, está cambiando en todos los aspectos y dimensiones. Pero tal vez uno de los ámbitos en que menos lo ha hecho es el de la literatura. Si nuestros personajes principales son mujeres, entonces escribimos solo para mujeres; si hablamos de la intimidad y de los sentimientos de nuestros personajes, hacemos una literatura menor, etc. Estoy leyendo en estos momentos la reciente novela de Ian Mc Ewan, y su personaje principal es una abogada a quien su marido le anuncia que quiere tener un affair con una mujer menor porque necesita sentirse vivo sexualmente antes de sucumbir a la vejez. ¿Quién se atreve a decir que Mc Ewan escribe para mujeres?

¿Qué le interesa exteriorizar por medio de sus personajes femeninos?


Intento que todos mis personajes, masculinos y femeninos, sean reales. Que en ellos esté la grandeza y la pequeñez humana. No intento construir modelos, ni menos, estereotipos. Cada una de las mujeres en mis novelas es una mujer singular, con su propio designio, su personalidad, su fractura. Pero siempre al final son mujeres que salen adelante, que vencen, de alguna forma, aquello que les ha impedido ser ellas mismas.

El personaje de Vera Sigall en Contigo en la distancia tiene el espíritu de Clarice Lispector. ¿Cómo la ha marcado esta escritora brasileña?

Descubrí a Clarice Lispector hace muchísimos años, y su prosa me atrapó de inmediato. Desde entonces nunca he dejado de leer los libros que hay de ella traducidos al español. Pero fue cuando leí su biografía que me interesé además por su vida, por la Clarice “persona”, al encontrar que su historia no era tan diferente a la de mi familia paterna. Ambas provenientes de Ucrania y sobrevivientes de los brutales pogromos que se perpetraron a comienzos del siglo XX en esa región.

¿Qué opinión le merece el concepto de “distancia”? ¿Es distinto para las nuevas generaciones?

Sin duda lo es. Hoy la tecnología nos permite ser parte virtual de una comunidad, a través de nuestros teléfonos inteligentes, de Facebook, de Twiter. Esa ilusión de pertenencia y de cercanía muchas veces reemplaza las verdaderas relaciones, las que se llevan a cabo frente a frente, mirándose a los ojos. Es una paradoja, porque la tecnología nos acerca y a la vez nos distancia. Es usual ver a un grupo de personas, en cafés, restaurantes, buses, cada una inmersa en su teléfono, junto a los otros y a la vez a kilómetros de distancia.