Cuerpo sano en alma sana

Revista FUCSIA , 12/5/2016

¿Pueden las emociones negativas afectar el cuerpo? Para algunos psicólogos y líderes espirituales es innegable el vínculo entre aquello que nos duele en el cuerpo y lo que nos duele en el alma.

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Desde los comienzos de la historia de la medicina, pensadores como Hipócrates han pensado que existe una conexión profunda entre las dolencias del cuerpo y las del alma. Muchos investigadores y psicólogos han explorado la manera como las emociones negativas pueden llegar a afectar el organismo, y la literatura sobre estos vínculos abunda. Hasta Sigmund Freud dedicó varios de sus estudios a los orígenes psicosomáticos de las enfermedades. Esta creencia también ha sido explorada por líderes espirituales y oradores motivacionales, quienes creen que la meditación y la autoconciencia pueden también ser un camino para sanar las dolencias del cuerpo. Basta recordar aquellos momentos en los que nos hemos sentido nerviosos y la manera como automáticamente nuestro estómago reacciona, o cómo después de estar tensos a causa del estrés laboral nos invade un dolor de cabeza que pareciera inmune a cualquier aspirina.

A continuación ofrecemos un mapa de ciertas dolencias comunes y su relación con emociones que no han sido procesadas o que han sido reprimidas*.

Cabeza: Los fuertes dolores de cabeza como la migraña se han relacionado con un disgusto frente a la autoridad, resistencia a los cambios y miedo al rechazo sexual.

Cuello: En el cuello se represa la ira. Algunas dolencias de esta parte del cuerpo podrían dar cuenta de una imposibilidad de ver los dos lados de la historia. La terquedad y la falta de flexibilidad en una discusión resienten el cuello.

Espalda: Es literalmente un punto de apoyo. Dolencias en la parte alta de la espalda pueden reflejar no sentirse amado y apoyado. En la espalda media pueden dar cuenta de culpas que no podemos sacarnos de encima. En la espalda baja hablan de un miedo a perder apoyo financiero.

Corazón: Representa el amor, la alegría y la seguridad. Los problemas de circulación pueden reflejar un atasco de estas emociones. También puede dar cuenta de crueldad e impaciencia.

Pulmones (problemas respiratorios): Pueden hablar de depresión, heridas emocionales que no han sanado y cansancio frente a la vida.

Estómago: Problemas estomacales podrían dar cuenta de pánico a nuevos escenarios y miedo al cambio. Pueden hablar también de desconfianza y ansiedad.

Páncreas: Este órgano está relacionado con las cosas más dulces de la vida. Las enfermedades del páncreas pueden hablar de la amargura causada por el rechazo y miedo a los cambios.

Hígado: Los problemas con este órgano nos hablan de emociones como la ira, la frustración, los celos y la envidia. Puede afectar sobre todo a quienes se pasan todo el día quejándose de otros.

Vesícula: Podría reflejar la ansiedad causada al aferrarse a viejas ideas. Habla sobre el miedo a dejar ir el pasado.

Riñones: Se refieren a sentimientos de crítica, decepción y miedo al fracaso. También pueden reflejar mucha vergüenza por alguna situación que atravesamos en la infancia.

Rodillas: Hablan sobre nuestra capacidad de ser flexibles. Tener problemas en las rodillas daría cuenta de una imposibilidad de agachar la cabeza, exceso de orgullo, terquedad y ego.

Tobillos: Reflejan el equilibrio y la posibilidad de adaptarse a nuevos escenarios. A veces el dolor en esta zona habla de culpas e incapacidad de sentir placer.

*Fuente: Sana tu cuerpo, Louise Hay