bronceo

El bronceo un código para cada edad

, 15/12/2009

Se acercan las vacaciones y muchos optan por ir a la playa o asolearse frente a una piscina. A continuación, algunos consejos para disfrutar sin correr riesgos.

La calidad de la melalina determina a cuál fototipo pertenecemos - Foto:

Los niños primero
La piel de los bebés y niños pequeños es supremamente delicada. Por eso, la recomendación es evitar que los menores de 6 meses estén expuestos al sol debido a que su sistema de formación de melanina y, por tanto, de protección, no está listo aún. Además, a tan corta edad, una quemadura solar puede convertirse en una emergencia médica. A partir de los 6 meses, las exposiciones pueden ser más frecuentes, siempre y cuando se utilicen productos potentes especialmente diseñados para ellos. Además, hasta los 3 años, cubrir su cabecita con gorros o cachuchas y, si el sol está muy fuerte, ponerles una camiseta liviana que les cubra los hombros y la espalda, es una buena medida. A medida que crecen, es importante que los niños reciban el sol mientras están en movimiento y aplicarles crema solar cuantas veces sea necesario. Entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde, cuando el sol es más fuerte y sus rayos caen en línea perpendicular, lo ideal es resguardarse a la sombra. Al terminar el día, es importante hidratar la piel del menor con cremas humectantes que le devuelvan frescura. Estos cuidados deben prolongarse hasta los 14 años, teniendo siempre presente que cada rayo de más que reciban puede ser causa de cáncer en el futuro, ya que la piel recuerda las agresiones que suceden durante la infancia.

Los adolescentes
A pesar de que los adolescentes son reacios a cuidar su piel de los efectos nocivos del sol, es importante insistir en que los daños de largas horas de exposición son acumulativos. Y si bien durante los días de vacaciones podrán lucir un bronceado envidiable, lo más seguro es que más adelante sufran las consecuencias en múltiples formas: manchas, arrugas, pecas y, en el peor de los casos, cáncer de piel. Para conseguir un bronceado parejo y duradero se les recomienda utilizar bloqueadores de forma continua, lo que le permite a la piel tomar gradualmente un tono oscuro, aunque de forma más lenta. Estos deben aplicarse cada dos horas y después de salir del mar o la piscina. También es importante que los jóvenes protejan los ojos de los rayos del sol con lentes que absorban la radiación ultravioleta, y los labios con productos que los mantengan hidratados. Después de un día de sol, hay que aplicar cremas que garanticen una buena hidratación.

Los adultos
El uso adecuado y abundante de un buen protector solar con un filtro potente que evite las quemaduras se impone. Además, como la piel ha comenzado a perder hidratación y elasticidad, es fundamental consumir abundante agua antes, durante y después de la exposición. Con el paso de los años la piel se vuelve más delgada y los mecanismos que controlan la actividad celular hacen que su renovación se dificulte.Luego de tomar el sol se recomienda aplicar una crema hidratante y productos after sun. Después de los 50 es cuando se presenta con mayor frecuencia el cáncer de piel y por lo tanto la exposición al sol debe ser moderada y baja. El uso de sombreros y el mantenerse a la sombra en las horas de máxima intensidad solar resultan de gran ayuda.

Los fototipos
La calidad de la melalina determina a cuál fototipo pertenecemos. Cuanto más oscura sea la piel, produce melanita con mayor facilidad y más proteguida se encuentra.

Los anglosajones
Son los que corren más peligro frente al sol, pues tienen una melanila de baja calidad; por lo general, tienen algún ascendente anglosajón o celta. Su piel es muy clara, más bien rosada, con pecas, pelo rojizo, rubio o castaño Deben usar un bloqueador solar que filtre absolutamente los rayos del sol.

Los Nórdicos
De piel clara, pelo rubio y ojos azules o verdes, aunque su melanina es mejor que la del fototipo anterior, también le cuesta mucho trabajo broncearse, pues se queman con facilidad. La exposición debe ser lenta y paulatina y con un bloqueador que tenga factor de protección mínimo de 40.

Los españoles
De piel morena clara, ojos castaños, pelo rubio oscuro o castaño claro, se queman moderadamente y se broncean gradualmente, pues su melanita ofrece una protección natural. Se les recomienda empezar con un bloqueador con nivel de protección alto y, a medida que la piel se oscurece, bajarlo, pero nunca menos de 15.

Los Latinos
Son personas de tez oscura, pelo y ojos castaños o negros, que no suelen quemarse y se broncean con rapidez. Soportan mejor la agresión solar, pero no son inmunes a sus ataques. Deben usar de todas formas un protector con un índice no menor de 4.