Belleza
A eliminar las arrugas
Parece que, por primera vez en el impredecible mundo de la belleza, los
científicos se han preocupado por desarrollar una píldora que
contrarreste los estragos de la edad, al reducir las arrugas. Se acaba
de publicar un informe que habla de pruebas realizadas clínicamente en
Alemania, que concluyeron que algunos suplementos orales elaborados a
partir de componentes vegetales y vitaminas podrían reducir la
profundidad de las patas de gallina en un 10 por ciento.
La investigación, conducida por la multinacional Unilever, dice que
estos suplementos estimulan la producción de colágeno que, como se sabe,
evita que se formen las arrugas. Pero lo interesante, y por demás
halagüeño, es que este coctel de ingredientes está llamado a ofrecer una
alternativa a procedimientos más invasivos como el botox, o la
abundancia de cremas para la piel que, vistas como la panacea para
borrar las arrugas, llevan a las mujeres a gastar ingentes sumas de
dinero en adquirirlas.
La investigación puso en evidencia una verdad requetesabida y que a
nadie sorprende: que la alimentación influye en la calidad de la piel.
Pero aquí viene la revelación de este aserto: el ingrediente que
ingirieron durante esta investigación las mujeres participantes es nada
menos que las isoflavonas de soya (¿se acuerdan?, las mismas que
contrarrestaron en muchas las molestias causadas por la menopausia).
Pero a su vez, los componentes de estas sustancias son los verdaderos
virtuosos en esa contienda permanente de las mujeres contra las arrugas:
licopeno (antioxidante), vitaminas C y E, y ácidos grasos omega 3. Ni
tan revelador, ¿verdad?
Lo que sí es curioso es cómo sitiaron los científicos a las aborrecibles
patas de gallina en su propósito de aniquilarlas: pusieron moldes de
silicona alrededor de los ojos de las mujeres testeadas antes de que
tomaran el suplemento, y a las catorce semanas volvieron a tomar nuevas
muestras de silicona de su piel en esa área. “Al cabo de ese periodo
–dice el reporte– esta se veía más suave y menos arrugada”.
El informe concluye que hubo una significativa reducción en la
profundidad de las arrugas en las 53 mujeres que tomaron el suplemento,
comparada con un grupo de otras 55 que ingirieron un placebo. También
notaron una disminución sensible de la aspereza en esa zona. Además, un
análisis de la piel de estas pacientes (impacientes por ver que sus
arrugas desaparecieran) determinó que los niveles de colágeno habían
aumentado.
El reporte, publicado en el International Journal of Cosmetic Science,
estableció que “un número significativo de personas que ingirieron esta
píldora mostraron niveles de colágeno más altos en la piel después de
catorce semanas, que las que tomaron un placebo. Que sepamos, este es el
primer reporte publicado acerca del aumento de la producción de
colágeno en la piel como resultado de un tratamiento oral”.
Es una realidad que la industria cosmética ha tratado de revitalizar la
piel con una variedad de extractos, incluyendo aquellos procedentes de
algas marinas, zanahorias y hasta de la seda. Sin embargo, las mujeres
que invierten hasta 500.000 pesos o más en un pote de crema, con
frecuencia se quejan de sus inocuos efectos. En nuestra opinión, la
conclusión no puede ser distinta a que, sin desdeñar estas
investigaciones, habría que ver qué tan accesible (y asequible)
resultaría la píldora contra las patas de gallina, y cuántas mujeres
cambiarían una pastilla por la sensación que ofrecen las cremas y la
manera inmediata como los procedimientos inyectables le hacen el quite a
las primeras protagonistas de los signos de la vejez.