Belleza

A eliminar las arrugas

, 21/11/2013


Parece que, por primera vez en el impredecible mundo de la belleza, los científicos se han preocupado por desarrollar una píldora que contrarreste los estragos de la edad, al reducir las arrugas. Se acaba de publicar un informe que habla de pruebas realizadas clínicamente en Alemania, que concluyeron que algunos suplementos orales elaborados a partir de componentes vegetales y vitaminas podrían reducir la profundidad de las patas de gallina en un 10 por ciento.
La investigación, conducida por la multinacional Unilever, dice que estos suplementos estimulan la producción de colágeno que, como se sabe, evita que se formen las arrugas. Pero lo interesante, y por demás halagüeño, es que este coctel de ingredientes está llamado a ofrecer una alternativa a procedimientos más invasivos como el botox, o la abundancia de cremas para la piel que, vistas como la panacea para borrar las arrugas, llevan a las mujeres a gastar ingentes sumas de dinero en adquirirlas.
La investigación puso en evidencia una verdad requetesabida y que a nadie sorprende: que la alimentación influye en la calidad de la piel. Pero aquí viene la revelación de este aserto: el ingrediente que ingirieron durante esta investigación las mujeres participantes es nada menos que las isoflavonas de soya (¿se acuerdan?, las mismas que contrarrestaron en muchas las molestias causadas por la menopausia). Pero a su vez, los componentes de estas sustancias son los verdaderos virtuosos en esa contienda permanente de las mujeres contra las arrugas: licopeno (antioxidante), vitaminas C y E, y ácidos grasos omega 3. Ni tan revelador, ¿verdad?
Lo que sí es curioso es cómo sitiaron los científicos a las aborrecibles patas de gallina en su propósito de aniquilarlas: pusieron moldes de silicona alrededor de los ojos de las mujeres testeadas antes de que tomaran el suplemento, y a las catorce semanas volvieron a tomar nuevas muestras de silicona de su piel en esa área. “Al cabo de ese periodo –dice el reporte– esta se veía más suave y menos arrugada”.
El informe concluye que hubo una significativa reducción en la profundidad de las arrugas en las 53 mujeres que tomaron el suplemento, comparada con un grupo de otras 55 que ingirieron un placebo. También notaron una disminución sensible de la aspereza en esa zona. Además, un análisis de la piel de estas pacientes (impacientes por ver que sus arrugas desaparecieran) determinó que los niveles de colágeno habían aumentado.
El reporte, publicado en el International Journal of Cosmetic Science, estableció que “un número significativo de personas que ingirieron esta píldora mostraron niveles de colágeno más altos en la piel después de catorce semanas, que las que tomaron un placebo. Que sepamos, este es el primer reporte publicado acerca del aumento de la producción de colágeno en la piel como resultado de un tratamiento oral”.
Es una realidad que la industria cosmética ha tratado de revitalizar la piel con una variedad de extractos, incluyendo aquellos procedentes de algas marinas, zanahorias y hasta de la seda. Sin embargo, las mujeres que invierten hasta 500.000 pesos o más en un pote de crema, con frecuencia se quejan de sus inocuos efectos. En nuestra opinión, la conclusión no puede ser distinta a que, sin desdeñar estas investigaciones, habría que ver qué tan accesible (y asequible) resultaría la píldora contra las patas de gallina, y cuántas mujeres cambiarían una pastilla por la sensación que ofrecen las cremas y la manera inmediata como los procedimientos inyectables le hacen el quite a las primeras protagonistas de los signos de la vejez.