Flores de primavera

 
Algunas indicaciones para hacerlo con propiedad.  La primavera, cuando las plantas florecen y las flores aparecen en todo su esplendor, es la época perfecta para elegir un perfume “de temporada”. Pero como es imposible predecir cuál es la fragancia más novedosa llegada a las perfumerías hay que guiarse por el instinto y elegir, de la gran familia de las esencias florales, la que más nos complazca.

De las siete grandes familias catalogadas por los franceses, las florales se dividen en hespérides, florales propiamente dichas y fougères o helechos. Las hespérides se obtienen a partir de los aceites esenciales de bergamota, limón, lima, mandarina y naranja.

Las florales son fragancias clásicas. Por lo general, las ‘narices’ perfumistas pasan de una única nota floral a mezclas más complejas de alhelí, jazmín, narciso, rosa, violeta o ylang ylang. La familia floral es de lejos la más amplia y sus notas entran, como base o complemento, en más de la mitad de los perfumes. Finalmente, el nombre de fougères se aplica a la familia de las fragancias que evocan el ambiente de un bosque. Pero atrapar el aroma de las flores no es fácil y para captarlo los fabricantes utilizan el método Headspace, que les permite encerrar en una burbuja de vidrio aquella esencia cuyo aroma quieren extraer.

¿Cómo seleccionar una fragancia de primavera? Si frecuenta círculos sociales, use una fragancia que deje un ligero aire oloroso. Si va a cenar, use un perfume que no disuene con la comida, uno discreto con notas de Chipre u otro oriental crean un ambiente exótico.

Una fragancia que sugiere una mezcla frutal es perfecta para una fiesta. En el trabajo no use perfumes que llenen demasiado el espacio próximo a sus compañeros. Piense que no todas las veces debe usar el mismo perfume.