Un manual para beber té

Fucsia.co, 15/4/2014

La sumiller Laura Cahnspeyer, propietaria de El Taller de Té, explica a fondo los beneficios de esta bebida milenaria. Aquí, una guía para entender por qué beber este líquido es más que una moda.

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Hace tres años y medio, en medio de una crisis y un cuestionamiento sobre su ritmo de vida, Laura Cahnspeyer pensó en el té como una forma de existencia debido a que esta bebida había sido una compañía en sus viajes. Por eso, se convirtió en sumiller de té en Buenos Aires y regresó para crear un espacio en el corazón de Bogotá en el que prima un aire retro, matizado con adornos florales y el disfrute de tés orgánicos que se pueden acompañar con un libro o una buena conversación. Lo bautizó El Taller de Té.

“He seleccionado los tés especiales de acuerdo con lo que en China llaman chi (su energía), también es clave que los tés sean frescos, de una cosecha reciente, orgánicos o salvajes, artesanales, y que cuenten una historia”, explica Cahnspeyer, quien asegura que en las mezclas que se preparan en el taller se usan ingredientes que han sido deshidratados a baja temperatura para asegurar su calidad, color, aroma, sabor y beneficios. “El té de base lo traemos de lugares donde se produce, pero la transformación se da con ingredientes locales: pimienta del Putumayo, flor de Jamaica del Tolima, cidrón, manzanilla y caléndula de Tabio, guayusa de Biotá, cacao de Montes de María”, explica la experta, quien asegura que la costumbre de consumir esta bebida está aumentando en el país.

El té, al igual que el café, contiene cafeína como estimulante, pero gracias a la presencia de los taninos, como el vino, tiene un carácter relajante, por lo que se le asocia con la meditación. Su consumo también dinamiza el metabolismo y la digestión, ayuda a disminuir la ansiedad, a aumentar la concentración y la relajación. Hoy, los tés más populares son Earl Grey, Lapsang Souchong, Tie Guan Yin, Long Jing, Gunpowder e English Breakfast. Cualquiera que sea su elección y para no parecer un principiante, a la hora de catar debe tener en cuenta su perfil sensorial, su aroma y su textura. En el té todo se trata de persistencia.