Personajes

Laura Restrepo

, 11/3/2010

De su intenso ejercicio político surgieron el periodismo y la escritura, oficios de los que se ha valido para retratar la sociedad colombiana.

Laura Restrepo - Foto:

A esta escritora bogotana habría que abonarle, ante todo, el haberse dedicado a escribir como una tarea que la ha salvado de algo que les sucede a muchos filósofos y letrados como ella, y que es el dedicarse únicamente a criticar lo que los demás escriben. Ese es uno de los valores fundamentales de esta mujer, que podría llamarse Lorenza, como el personaje de su última novela, Demasiados héroes, de marcado acento autobiográfico, que trata sobre su vida y militancia dentro de la izquierda argentina en épocas de la dictadura de los años 70. Laura ha trasegado el camino de la literatura desde los tempranos 80, cuando fue nombrada por el presidente Belisario Betancur como miembro de la comisión negociadora de paz entre el gobierno y la guerrilla, circunstancia que aprovechó para escribir Historia de un entusiasmo (1986), que tristemente le granjeó amenazas que la llevaron a vivir en el exilio en México y Madrid, durante cinco años.

Laura ha alternado su trabajo como periodista y editora en revistas como Cromos y Semana con la escritura. Con su novela Dulce compañía (1995) se hizo acreedora al Premio Sor Juana Inés de la Cruz 1997, otorgado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; al Prix France Culture, de la crítica francesa; y al Premio Arzobispo Juan de Sanclemente 2003, a la Mejor Novela en Lengua Española, presea otorgada por los alumnos del Liceo de Santiago de Compostela.

En el 2004, obtuvo el Premio Alfaguara de Novela por su obra Delirio (2004), la historia de una mujer a quien su marido encuentra mentalmente perturbada cuando regresa de un viaje de negocios. La isla de la pasión (1989), Leopardo al sol (1993), La novia oscura (1999) La multitud errante (2001) son otros libros escritos por esta mujer que sabe que la novela es, sí, una ficción, pero una ficción que tiene que tocar las fibras más sensibles de la realidad para que se parezca a ésta.