embarazo

Lo que deben comer los bebés

, 8/10/2009

De la leche a la manzana hay varios pasos que conforman el cronograma sobre cómo alimentar a tu niño.

Guía de la alimentación de los bebes. - Foto:

¿Cómo debo alimentar a mi bebé? Esta es una de las preguntas que se hacen con mayor frecuencia las mamás primerizas. Y con toda razón, ya que de una adecuada alimentación depende el buen desarrollo y la salud de su hijo. Es bien sabido que la leche materna es el alimento más recomendado durante los primeros meses de vida, ya que contiene los nutrientes, vitaminas, proteínas, minerales, grasas y carbohidratos necesarios para el bebé, además de proveer los anticuerpos que lo protegerán de posibles infecciones. Esto, sin mencionar el fortalecimiento del vínculo que se produce entre madre e hijo en esos momentos de lactancia.

Pero, ¿qué sucede si la madre no produce la cantidad de leche suficiente? No hay que preocuparse ni sentirse culpable. Cada mujer es diferente y, para suplir esa carencia, existen leches de fórmula aprobadas por la Unicef, a través del Codex Alimentario Internacional, que imitan la leche materna. Según el pediatra Pablo Kraus, aunque es preferible la lactancia materna, un bebé alimentado adecuadamente con leche de fórmula, también logrará un buen desarrollo. Además, con este tipo de leche, resulta más fácil controlar la cantidad que el bebé consume. Tanto en el caso de la leche materna, como en el de la leche de fórmula, para lograr que el proceso de digestión se lleve a cabo correctamente, el doctor Kraus aconseja alimentar al bebé con intervalos de dos horas y media a tres horas. En promedio, el niño toma leche 8 veces al día.

El primer mes, la cantidad consumida en cada toma es de 2 onzas por cada pecho, o 4 onzas por tetero. El segundo mes, la cantidad aumenta a 3 onzas por toma por cada pecho, lo que equivale a 6 onzas por tetero. Esta cantidad que es la que produce normalmente una mujer, se mantendrá durante el resto de la etapa de lactancia.

Etapas lactantes
El doctor Kraus añade que es importante tener en cuenta las dos etapas de los lactantes. Desde el momento en que nace a los 10 meses, los bebés son lactantes menores. Es decir, que su dieta depende principalmente de la leche materna o de fórmula y se complementa con comida adicional, mejor conocida como comida complementaria. Al pasar los 10 meses y hasta los 2 años, los bebés pasan a ser lactantes mayores, de modo que la comida complementaria es su alimento principal y la leche de fórmula o materna, el complemento.
Sin embargo, es muy común que los padres no diferencien las dos etapas y sigan alimentando al bebé desde los 0 hasta los 24 meses con leche materna o de fórmula como alimento principal. Cuando esto ocurre, aparece lo que se conoce como la “falsa anorexia del lactante mayor”, en donde el bebé deja de comer alimentos diferentes a la leche y sigue consumiendo ésta en igual cantidad. Para evitar caer en este error, aproximadamente al tercer mes de vida hay que añadir jugos, compotas preparadas en casa, sin azúcar ni aditivos, y sopas licuadas preparadas con vegetales mixtos blancos, amarillos y verdes, y proteína (pollo o carne de ternera), así como la amplia variedad de frutas con que contamos en Colombia. Eso sí, las frutas únicamente en horas de la mañana, debido a que su alto contenido de fructosa activa la serotonina e impide el sueño. Entre las mejor toleradas por los bebés están el mango, la papaya, el durazno, la pera, el banano, la manzana y las ciruelas pasas, entre otras. En cuanto a las espinacas y acelgas, utilizadas en sopas y compotas, el doctor Kraus recomienda no abusar de su consumo, debido a que contienen folatos, una sustancia tóxica para el riñón del bebé, que puede ocasionarle problemas.

Es importante evitar hasta los 6 meses comidas condimentadas que los riñones del bebé aún no son capaces de filtrar. Además, hasta finalizar el primer año de vida, la comida debe ser hipoalergénica, es decir, libre de colorantes artificiales, y no debe comer bayas (uchuvas, fresas, moras, agraz), hongos, chocolate, nueces (incluyendo el coco), mariscos, carne de cerdo, clara de huevo y pescados de carne roja (salmón y trucha, entre otros).

A partir de los 6 meses
Esta es una etapa de experimentación y exploración para los bebés: los dientes están prontos a salir. Es importante aprovechar el interés del niño por masticar y comenzar a preparar comidas más sólidas. Es la etapa de “la sopa y el seco”. El doctor Kraus recomienda que, a medida que el bebé desarrolle la habilidad de masticar, se vayan aumentando los alimentos sólidos y disminuyendo las sopas.

Al cumplir los 2 años de vida, la alimentación debe ser la misma del resto de la familia. No sobra decir que ésta debe ser variada y balanceada e incluir frutas, vegetales y proteínas. Con paciencia y perseverancia, y sin dramatizar situaciones como la inapetencia o el rechazo a ciertos alimentos, se podrán ir agregando nuevos sabores y texturas. Para ello, es fundamental que el niño sea partícipe de las comidas familiares, un espacio agradable en el que se comparta, dialogue y se establezca una valiosa conexión entre padres e hijos.