¡Qué dolor de belleza!

Revista FUCSIA. , 24/8/2015

Lucir bien a veces no solo puede llegar a ser incómodo, sino también peligroso. Los expertos advierten que hay que dejar de poner algunas tendencias de moda por encima de la salud.

Ilustración: Alejandro Prado. - Foto:

Suele decirse que “la belleza duele”, y más si aparece en tacones puntiagudos, cinturones ajustados y prendas moldeadoras de la figura. Hacer sacrificios en nombre de la vanidad, puede ser un precio que muchas mujeres estén dispuestas a pagar… ¿pero cuál es el valor razonable?

El diario The Times reportó que cada año 6000 personas sufren heridas al tropezarse por tratar de acomodarse los pantalones. El dato suena gracioso, así como parece inverosímil la noticia de que una mujer australiana perdió la movilidad de sus piernas por usar unos jeans estilo pitillo. Pero los médicos del Royal Adelaide Hospital que la atendieron seguramente tienen otra opinión: la paciente sufrió una compresión de los nervios de sus extremidades inferiores y le diagnosticaron rabdomiolisis, un cuadro relacionado con necrosis muscular que puede causar insuficiencia renal.

El osteópata Sam Kankanamge, director del centro Breath of Life Clinic, de Londres, es enfático en que las personas deberían ser conscientes de que ponerse atuendos en exceso ceñidos puede afectar su respiración, postura, los músculos y hasta la estructura ósea: “este tipo de ropa, así como los zapatos muy altos deben ser usados solo en ocasiones especiales y por poco tiempo”, comentó a FUCSIA.

En el pasado festival de Cannes, Uma Thurman desfiló descalza y puso a pensar si el evento convirtió a los tacones en un objetivo del feminismo. Ya tiempo atrás, Sarah Jessica Parker había confesado que casi deja de caminar porque en Sex and the City nunca se bajaba de sus Manolo Blahnik. “Los pies aman los tacones anchos y bajos, que permiten a los dedos moverse con comodidad”, aseguró a esta revista la podóloga Lorraine Jones, directora del Chiswick Feet.

“Creo que la belleza siempre ha tenido un componente de dolor físico o emocional”, comenta Elizabeth Steiner, profesora de medicina familiar de la Oregon Health & Science University, “basta recordar cómo el corsé generaba una serie de problemas de salud”. La especialista se refiere a las fajas de la era victoriana acusadas de estrujar costillas y desplazar órganos internos.

“Hoy tenemos desde infecciones por hongos debido a los pantalones apretados, hasta cáncer de piel ocasionado por las camas bronceadoras”.  Y es que, después de todo, algunos accesorios deberían venir con una etiqueta de advertencia.

(Haz clic en cada uno de los puntos para enterarte de cuáles son los efectos negativos de ciertos accesorios en tu cuerpo).