belleza

Los secretos de la siempreviva

, 28/10/2013

Descubrimos las propiedades de esta planta en un viaje por la isla de Córcega, donde L’Occitane tiene una de las mayores plantaciones de siempreviva o immortelle.

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La flor de siempreviva le debe su nombre a la primera de sus virtudes: una vida perenne aun después de ser recogida. La immortelle crece en estado salvaje especialmente en la isla de Córcega, cuyos suelos favorecen su cultivo. En 2001 fue descubierta por L’Occitane y debido a que la cantidad de plantas que crecían de manera silvestre no eran suficientes para utilizarla con fines cosméticos, en 2004 lanzaron el primer programa de su plantación junto a seis agricultores que de manera amigable con el medio ambiente la domesticaron para facilitar su cultivo. Ellos proveen a L’Occitane del agua destilada y el aceite esencial necesarios para la creación de varios de sus productos.
Durante nuestro viaje conocimos a dos de los cultivadores de siempreviva, Antoine Pieri y Pascal Cherubin. Cada uno de ellos ha implementado un estilo diferente de plantar y recoger, de manera sostenible, y ambos están conectados en la tarea de mantener el equilibrio de la naturaleza, una de las grandes premisas de L’Occitane, que tiene sus raíces más profundas en el culto a lo natural.
Tuvimos el privilegio de compartir una cena con Olivier Baussan, fundador de L’Occitane, y de hablar con él, en un lugar que representa todos su principios, Domaine de Murtoli, un hotel sumergido en medio de las montañas cuya arquitectura se mimetiza con la naturaleza. La historia de este hombre es fantástica, pero lo mejor es cómo ha ceñido su vida a los mismos principios con los que comenzó su compañía. La sencillez y el amor por lo que hace lo siguen acompañando después de más de treinta años y es lo que lo hace una persona tan especial.
De vuelta a Marsella hicimos una visita a los laboratorios de L’Occitane, donde nos dieron a conocer la nueva crema Divine, que ha sido reconocida mundialmente como una de las panaceas antiedad del mercado, y que ahora llega con una nueva fórmula que contiene siete ingredientes naturales activos, en los que se realzan las valiosas y sorprendentes propiedades del extracto de la siempreviva.
Resulta útil saber que la siempreviva cultivada en Córcega tiene características diferentes a las de otros países, pues posee un alto contenido de acetato de nerito; esto la hace mucho más especial pues su aceite esencial contiene secretos de antiedad que L‘Occitane nos brinda ahora en esta nueva fórmula.

Al interior de L’Occitane
La compañía ha sido una de las pioneras en la investigación del cuidado de la piel. En 2009 creó un programa basado en la cosmetogénica, que es el estudio de los genes relacionados con la cosmética, dirigido a probar que sus ingredientes activos llegan a lo más profundo del corazón de las células de la piel a partir de la epidermis.
La nueva fórmula de la crema Divine ha probado su eficacia para combatir el decrecimiento regenerativo de la piel, esto es, el envejecimiento debido a factores externos como el sol y la oxidación, penetrando las células de la epidermis y haciéndola reaccionar para que los ingredientes activos de la crema actúen desde lo más profundo hacia el exterior.
Quizás no sea tan obvio decir que este viaje fue una experiencia fantástica, la oportunidad de conocer una empresa que no ha dejado de lado sus principios, sino que cada vez asume una mayor conciencia acerca de los cambios por los que está pasando el mundo y se amolda a ellos sin quebrantar su esencia. Llegar a
la conclusión a la que llegué, en medio de la naturaleza de Córcega, donde el mar y la tierra se juntan en una visión constante, era de esperar, porque ahora estoy segura de que una sola planta, la siempreviva, encierra grandes secretos y sigue caracterizando a L’Occitane en su búsqueda de una materia prima que le dé a la piel las características de una planta perenne.=