Los exploradores del tejido

, 16/10/2014

Desafiar el tradicional saco bogotano de rombos y lograr que el tejido de punto se mezcle con ideas y planos arquitectónicos han llevado a Papel de Punto a ser una de las marcas movilizadoras de la industria del tejido alternativo en el país.

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Los temas de cada una de las colecciones de Papel de Punto son, en realidad, la bitácora de un amor. Laura Acevedo Trillas y Felipe Guerra han encontrado en su vida juntos, en sus rutinas, en los avatares de su romance, la inspiración para crear temáticas que primero traducen en dibujos y luego convierten en interesantes tramas tejidas que vuelven sacos, pantalones, crop tops, cobijas, bufandas.

Así, un viaje a Tokio devino en claveles y origami; el fervor por el squash o por la bicicleta, en rueda y pelotas, y la dolorosa extracción de unas cordales, en muelitas y brackets que se tejieron, de forma arriesgada, en sacos oversize, en el infaltable juego de crudos y negros. “En nuestra más reciente colección indagamos en una escuela artística que nos interesa mucho: el constructivismo ruso. Recogimos libros, imágenes, ideas y obras de los artistas y lo abstrajimos en un juego de líneas, bloques y diagonales”, cuenta Laura.

Papel de Punto nació hace dos años justamente de la unión particular de una diseñadora de modas y de un arquitecto. Ella, una ferviente del tejido de punto; él, un devoto de las estructuras y los espacios; juntos creadores de una nueva posibilidad del típico saco bogotano de rombos. “Hay una aproximación binaria al tejido. Se diseña a partir de llenos y vacíos, así que no puede ser cualquier dibujo. Es, en realidad, como si pixelaran todas las imágenes”, cuenta por su parte Felipe, quien después del trabajo en conjunto de diseño traduce los dibujos en matrices que son decodificadas por una tejedora industrial. “Esta exploración nos ha permitido conseguir una gran definición en los dibujos, tener tejidos muy livianos y por fin obtener sacos doble faz en los que si por un lado prima el negro y las figuras van en blanco, por el otro se verá justamente lo contrario”.

Sus piezas no distinguen género, visten bien cualquier cuerpo, hacen alarde de figuras que no son predecibles en un suéter y se han convertido en el estandarte de una batalla: lograr que la industria de las fibras y de la tejeduría en Colombia avance e integre nuevas técnicas y tejidos. “Trabajamos en jacquard y acrílico peruano, pero la limitación es siempre la cantidad, porque esta industria está completamente concentrada en el mercado masivo, así que cuando alguien aparece con una idea diferente, la primera sensación es que es imposible de llevarse a cabo”, explica la diseñadora.

La nueva colección, que se vende y se exhibe en un lindo espacio que comparten varios diseñadores bautizado 8424 Estudio (Cr. 18 N.º 84-24) incluye piezas esenciales de temporada como pantalones tejidos, faldas que acentúan la cintura y sacones largos que las mujeres pueden usar casi como vestido; pero para suerte de los menos arriesgados, Papel de Punto también ha desarrollado su lenguaje para crear piezas que lleven su arquitectura hecha tejido también a la casa.