Karl Lagerfeld se atreve con un kit de boxeo

Revista FUCSIA, 5/11/2014

Para conmemorar su aniversario, la emblemática firma Louis Vuitton le entregó su monograma a seis genios del diseño mundial. Cada uno lo perfiló con su impronta. Karl Lagerfeld creó un kit de boxeo.

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Una idea simple, casi infantil, hizo que Karl Lagerfeld se sentara de nuevo a dibujar. Los que lo conocen saben que lo dibuja todo; si no lo hace, dice él, se aburre. Se puso entonces manos a la obra, ataviado con sus infaltables guantes de cuero. El reto que lo desafiaba frente al papel en blanco no era propiamente la nueva colección para Chanel. Esta vez, una marca cercana en lujo, Louis Vuitton, le pedía que reinterpretara su icónico monograma, ese compuesto de flores estilizadas y letras organizadas geométricamente que no se sabía si había nacido por una devoción de su creador al estilo neogótico o a la cultura nipona, o si reproducía simplemente los azulejos tradicionales del hogar de la familia Vuitton. Así, un iconoclasta como el Kaiser celebraría el ícono de la casa fundada en 1854.

En realidad, este pedido especial se lo había hecho la tradicional marca de carteras y baúles francesa a seis brillantes del diseño: Christian Louboutin, Cindy Sherman, Frank Gehry, Marc Newson, Rei Kawakubo y, cómo no, al director creativo de la casa Chanel. “De la mano de Nicolas Ghesquière, director creativo de la firma Louis Vuitton, decidimos convocar para este proyecto a aquellos que se encuentran entre los mejores en sus campos”, explica Delphin Arnault, vicepresidenta del grupo LVMH, dueño de la marca. “Nos interesaba gente que trabajara con su mente y sus manos. Pensamos que sería muy interesante y divertido tener puntos de vista distintos sobre el monograma. Es muy inspirador ver cómo cada uno de estos talentos del diseño visualizó las cosas, ver sus perspectivas. Se trata de un grupo de genios”.

Ante este llamado, la imagen que empezó a rondar por la cabeza de Lagerfeld y que, por supuesto, empezó a coquetearle en el papel, fue la de una pera de boxeo, ¿por qué? Porque se le antojaba, porque muchos de los de su círculo habían empezado a sobrellevar las inclemencias de la vida pegándole con fuerza a una bolsa llena de arena, y porque le parecía divertido y, si él mismo estaba contemplando la posibilidad de practicar este deporte, tendría que hacerlo, por supuesto, de una manera cara y sofisticada. Louis Vuitton le dio la excusa perfecta. “Estoy de acuerdo con Voltaire cuando dijo: ‘Todo lo que necesita una explicación no vale la pena ser explicado’. Luego, ¿qué puedo explicar? Ahora, ¿ustedes ya vieron lo que hice? ¡Es divertido! De hecho, tuve varias ideas y Louis Vuitton quiso ejecutarlas todas, ¿por qué no?”.

Entonces sucedió lo inesperado. El monograma de Louis Vuitton, aquel creado por Georges Vuitton en 1896 para recordar las iniciales de su padre recientemente muerto, se posó en una pieza increíble de equipaje con una punching ball (pera de boxeo) adentro. “Pensé que las personas guardarían el baúl en sus vestidores y podrían usarlo como un clóset. Usted saca la punching ball, la pone sobre su pedestal de metal especial y la usa como tal, pero también se pueden usar sus estantes, colocarlos en el baúl y utilizarla como un clóset muy chic. Además, este baúl cuenta con un sistema que, acoplado, se puede mover sobre rueditas y llevar adentro de la casa. ¡Es un juguete increíble, para personas grandes y mimadas!”. 

FUCSIA comparte con sus lectores las vicisitudes de esta aventura de la que ahora es testigo. Las fotografías dan cuenta de esas cosas excepcionales que suceden cuando un iconoclasta y un ícono se juntan para sorprender al mundo.