Sangre de tu Sangre

Afirman los expertos que en la sangre se encuentra lo último en técnicas para combatir el envejecimiento de la piel. No en vano, por años se le ha llamado la fuente de la eterna juventud, y sus propiedades curativas e inmunológicas han sido resaltadas por doctores desde el siglo XVIII.
 
Desde hace unos años, alrededor del mundo se comenzó a utilizar el método conocido como ‘Auto Sanguis’, en donde se utiliza la propia sangre del paciente para reactivar el sistema inmunológico. Hoy, también es uno de los procedimientos más utilizados para el rejuvenecimiento cutáneo.

La base de todo está en las plaquetas. Este complemento sanguíneo es el agente más importante a la hora de rejuvenecer la piel, y se considera fundamental en los procesos de cicatrización y en la formación de nuevos tejidos. Técnicamente, a las plaquetas se les conoce como factores de crecimiento y son bioestimuladores biológicos.

¿Cómo se obtienen?
 
Se extraen del paciente aproximadamente 20cc de sangre venosa. Una vez obtenida, se hace una centrifugación de la misma, en condiciones previamente estandarizadas. En este proceso, se separa la sangre que más adelante va a ser inyectada en el mismo paciente.

Este es un tratamiento que requiere un protocolo de varias sesiones, y el procedimiento varía según el esteticista que lo haga. Generalmente, se utilizan entre cuatro o cinco citas y unas más en los meses siguientes. Las primeras corresponden a la preparación de la piel y, las restantes, a la infiltración de las plaquetas y mantenimiento. Para la bioestimulación de rejuvenecimiento cutáneo, o rejuvenecimiento con plasma, se utiliza la técnica mesoterapéutica punto a punto, con una distancia aproximada de un centímetro entre cada punción del área tratada. Las más comunes son la cara, el cuello, el escote y las manos.

Los resultados pueden verse desde la primera cita y se van incrementando en los seis meses siguientes. Las principales, y más importantes mejorías, son el aumento de oxigenación, la recuperación de volumen facial y el desvanecimiento de líneas de expresión.

En Colombia, la doctora Mónica Lizarralde y el doctor Martín Carillo la practican y la recomiendan. Aseguran que no hay contraindicaciones para el tratamiento si se hace en una clínica seria y bajo el cuidado de expertos como ellos. La doctora Lizarralde, sin embargo, no recomienda la técnica en mujeres embarazadas o pacientes con trastornos de coagulación.

El doctor Carillo afirma que esta es la mejor forma de dar juventud a la piel y no simplemente un resultado estético. “Al usar las mismas células del paciente, lo que se hace es conservar la naturalidad sin involucrar cambios de aspecto o forma”, anota. La doctora, por su parte, agrega que “por medio de la bioestimulación cutánea se busca activar las funciones del fribloblasto, principalmente en lo que se refiere a producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico”.

Quienes se le han medido al procedimiento, dicen que es mejor que el bótox, que la vida en la piel se hace evidente, ya que no se inyectan químicos. Hombres y mujeres la recomiendan. Por algo Drácula encontraba en ella la eterna juventud.