Sol Beatriz Arango

Sus subalternos tienen prohibido llamarla “doctora”. Para todos ella es Sol, a secas. Así es el estilo de esta ingeniera de producción con especialización en finanzas, quien asegura que el mundo del chocolate es lo mejor que le ha pasado. Cada respuesta refleja su personalidad y con la experiencia que dan los años invita en cinco puntos a no desfallecer en la búsqueda de los sueños.

¿Cuál cree que es la diferencia fundamental entre hombres y mujeres en el campo laboral?
Veo mucha complementación en puntos de vista, intereses y motivaciones, que hacen muy ganadores los equipos conformados por distintos géneros.

¿Se siente cómoda en el puesto que ocupa hoy?
Me fascina lo que hago, siempre hay nuevos retos y estoy aprendiendo, sobre todo, de la gente con la que interactúo.

Cuando se enfrentó al mercado laboral, ¿qué quería?
Aprender más, progresar, ejecutar proyectos, producir resultados, disfrutar trabajando, desarrollarme como profesional y balancear el trabajo con mi vida personal.

¿A qué mujer admira? ¿Por qué?
A muchas. Por ejemplo, a Ángela Merckel como gobernante por su inteligencia y disciplina, a Shakira como artista por su talento y sentido social, a Indra Nooyi, CEO de Pepsico, como empresaria, por sensible e inspiradora.

¿Qué producto no falta en su cartera?
Mis carteras están llenas de cosas como el celular, las gafas y la chocolatina Jet.

¿Cómo “chocolatea”?
Los fines de semana con mi familia, al desayuno. Prepararlo bien, caliente, espumoso, con leche, aromático. Y acompañado de arepa, queso, pandeyucas o empanadas.=