Aires otoñales, tendencias de la temporada

Lila Ochoa, 19/8/2014

La temporada otoño/invierno empieza a asomarse y con ella es necesario revisar cuáles son las nuevas rutas hacia las que los diseñadores quieren llevar a las amantes de la moda.

Años 60. - Foto:

Los años 60
La primera colección de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton marcó un nuevo rumbo para esta marca. No es la primera vez que la década del sesenta inspira la moda, pero en este caso no se trata de una colección retro, ya que los vestidos en A, los suéteres tipo buzo y las botas son totalmente actuales. La reinterpretación es lo que hace grande a un diseñador, pues no basta con que este se encuentre con una historia inspiradora, debe buscar desarrollarla de una forma original. Las telas son hechas en fibras de alta tecnología que brindan una apariencia moderna a las prendas.

La sastrería
Un básico del clóset masculino del que se apropiaron las mujeres que trabajan. Se trata de ropa que realmente se ajusta a ellas, pero en una versión más sofisticada. Los hombros recobran su importancia y los sastres, ya sean de pantalón –anchos, en materiales fluidos– o de falda, se vuelven indispensables. La chaqueta puede ser estructurada o sin forro, y va a la altura de la cadera, lo que favorece a varios tipos de mujer. La silueta es simple y sin adornos. Hermès y Armani tienen muy buenos ejemplos. En cuanto a colores, la combinación blanco y negro es siempre ganadora. El gris no ha perdido importancia y los pasteles siguen vigentes. El rojo sangre es la novedad. Lo mejor de todo, los sastres se pueden llevar con tenis, ¡al menos eso dijo Karl Lagerfeld!

Fantasía
Las telas son las protagonistas en esta temporada pues, finalmente, para competir con las marcas tipo Zara y H&M los diseñadores decidieron enfocarse en las texturas y en los trabajos con materiales muy elaborados. Este otoño/invierno la atención se concentra en las telas, por eso las siluetas son más bien simples. Más que ropa lista para vestir, son prendas que se asemejan a las de alta costura. Plumas y piedras, en el caso de la colección de Marni; mangas que mezclan dos o tres texturas, todo vale. Se trata de dejar que la imaginación vuele. Los años veinte son una referencia inevitable en lo que se refiere a los bordados de cuentas hechos a mano. Pero esto no solo se restringe a los vestidos o tops formales, prendas como la sudadera o los suéteres también se ven decorados.


Todo lo tejido
Se puede decir que los deportes de invierno y los tejidos característicos de los Alpes sirvieron de referencia a diseñadores como Tommy Hilfiger, en Nueva York, y Nicolas Ghesquière, en París. Durante esta temporada los tejidos van a reinar. Lo de vestirse cómodamente para el frío es algo que los creadores se tomaron a pecho. Céline, por ejemplo, diseñó pantalones tejidos y Marc Jacobs suéteres voluminosos, ambos perfectos para el invierno que se avecina.

El peluche
Para las mujeres que no quieran usar pieles de animales, la industria de la moda encontró una solución: el peluche. Ya sea en lana o en otra fibra, los abrigos y los chaquetones peludos y grandes van a ser el hit. Estolas coloreadas, como las de Dior o Céline, son perfectas para las frías noches bogotanas, ya sea para salir a rumbear o para asistir a una comida. La lana de oveja fue la protagonista en varias pasarelas, un ejemplo de ello es la de Prada.

Geometría
Adiós a las flores, bienvenidas las formas geométricas. Ya en las colecciones de primavera/verano se empezaron a ver estampados como los brochazos de Céline o los de Chanel, inspirados en el arte abstracto. Para este invierno la tendencia es más fuerte, más angular, tanto en los estampados como en los cortes, ya sea haciendo uso de una paleta vibrante como del clásico blanco y negro. Surgen combinaciones tan poco convencionales como verde y rojo, fucsia y gris. La pintura de principios del siglo XX es la referencia, mediante la mezcla de colores insólitos donde el café es el nuevo negro.


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