especial

Una nueva forma vida

Revista Fucsia, 22/10/2008

Este libro es una manual esperanzador que puede cambiar la vida de las personas que sufren de cáncer.

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Por: Revista Fucsia
 
Nadie mejor para ejemplificar la lucha que libran millones de personas contra el flagelo del cáncer, una enfermedad cuya incidencia sigue en aumento, que el doctor David Servan-Schreiber, siquiatra y neurólogo de origen francés, profesor clínico de Siquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) y confundador del Centro de Medicina Integral del Centro Médico de la misma institución. Nadie mejor, porque al doctor Servan-Schreiber le diagnosticaron cáncer hace quince años (1993), y después de someterse a un tratamiento convencional y de pasar por una recaída, se propuso aprender todo lo posible para ayudar a su cuerpo a defenderse de esa enfermedad.

Gracias a su condición de médico, investigador y de ex director del Centro para la Medicina Integradora de la Universidad de Pittsburgh, el doctor Servan-Schreiber pudo hacer uso de una copiosa y valiosa información sobre los enfoques de prevención de esta enfermedad de una manera natural, lo mismo que de nuevas formas de ayuda en su tratamiento. Esto le sirvió para ‘liberarse’ del cáncer hace siete años y lo llevó a escribir el libro Anticáncer, una nueva forma de vida, que rompe muchos de los esquemas y preconceptos a los que responde la gente cuando se habla del cáncer. Dice Servan-Schreiber que “vivimos rodeados de mitos que socavan nuestra capacidad de combatir el cáncer. Por ejemplo, estamos convencidos de que el cáncer está íntimamente vinculado a nuestra base genética, más que a nuestro estilo de vida. Pero si nos fijamos en los resultados de las investigaciones, veremos que lo contrario es lo correcto”.

Filosofía oriental y alimentación
El doctor Servan-Schreiber estuvo en Dharamsala, sede del gobierno en el exilio del Dalai Lama en India, y acudió a una escuela que enseñaba la medicina tradicional tibetana y a una factoría en la que se elaboraban remedios con hierbas medicinales. Los médicos de esa escuela no buscaban los síntomas de la enfermedad, sino las fallas por las cuales el organismo necesitaba defenderse ante ésta. Trataban, entonces, de reforzar el cuerpo para que pudiera enfrentarse al problema. En la misma línea, el doctor canadiense Richard Beliveau, investigador de bioquímica y profesor de la Universidad de Montreal, quien dirige uno de los mayores laboratorios del mundo dedicados a la medicina molecular, reubicados dentro del hospital infantil de la Universidad, recibió de un colega suyo, director del departamento de Hemo-Oncología, la solicitud de buscar un método que sirviera para reducir la toxicidad y mejorar la eficacia de la quimioterapia y de la radioterapia. Así, Beliveau pensó en la alimentación como una alternativa válida para combinarla con los tratamientos existentes.

De esta y otras experiencias médicas partió la iniciativa de Servan-Schreiber de formular “una nueva forma de vida basada en la potenciación de las capacidades del cuerpo y de la mente”. Es una forma benéfica de asumir la vida para prevenir, en primer lugar, la aparición del cáncer, y en segundo término, para impedir su avance sin prescindir de los tratamientos que ofrece la medicina tradicional. La propuesta de Servan-Schreiber ha resultado tan novedosa, que miles de personas en el mundo han leído su libro, un best-seller cuyo mayor mérito no es haber vendido tantos ejemplares y llegar a la segunda edición en español de la Editorial Planeta, sino brindar a quien lo lee una lección de vida basada en la adopción de una ‘biología anticáncer’ a través de la alimentación adecuada, el ejercicio físico y el bienestar sicológico.