Personajes

Alberto Vélez

, 18/2/2013

Por la creación de una silla, Alberto Vélez obtuvo el premio a lo Mejor del Año en el campo del diseño interior. La publicación Interior Design reconoció el trabajo del colombiano, que previamente había trabajado con Tom Ford.

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El sueño de Alberto Vélez se ha cumplido: trabajar con independencia y tener la oportunidad de diseñar objetos únicos fue una meta que este colombiano, residente en el exterior, se había trazado hace mucho tiempo. Tras recibir el reconocimiento que hace la revista Interior Design, una de las publicaciones más importantes en el campo del diseño interior contemporáneo, este diseñador industrial se dio cuenta de que tantos años de esfuerzo y trabajo valieron la pena.

La silla Odense fue la creación que lo hizo merecedor del Best of the Year Award, que anualmente premia productos y proyectos que son evaluados por treinta mil votantes aproximadamente, entre miembros de la industria, suscriptores y diseñadores.?La silla ganadora fue una idea que Alberto tenía guardada en un papel hace muchos años y que tuvo oportunidad de desarrollar ahora, como director de diseño de la firma Holly Hunt.

 “Es un claro tributo al diseño clásico danés, con una interpretación más contemporánea. Fue un gran reto porque el modernismo escandinavo ha saturado el mercado durante los últimos quince años, más que todo con reproducciones de muy baja calidad”, explicó el diseñador colombiano tras recibir el premio en una ceremonia privada que se llevó a cabo en Nueva York.?Siempre influenciado por el artista Alejandro Obregón, este bogotano de 43 años recuerda especialmente sus días de estudiante de diseño industrial en la Universidad Javeriana, cuando él y sus compañeros llegaban a clase con gallinas, sapos y cangrejos para estudiar las formas y los movimientos de los animales.

Durante cuatro años, mientras era todavía alumno, Alberto hizo sus primeras pinceladas como diseñador en la firma de Diego Obregón, desde donde saltó al Fashion Institute of Technology de Nueva York para especializarse en diseño interior.

Hace 17 años Alberto, su esposa y sus hijas residen en Estados Unidos. Inicialmente se radicaron en Nueva York, donde vivieron casi quince años, y hace más de dos se mudaron a Chicago por una oferta que recibió el artista para dirigir el departamento de diseño de Holly Hunt, una organización con 32 años de trayectoria dedicada al diseño, fabricación y venta de muebles y accesorios para uso residencial de alto nivel.

Allí ha dirigido un equipo de ocho diseñadores, con quienes ha desarrollado y lanzado alrededor de doscientos productos, incluyendo colecciones para otros diseñadores: “He descubierto y formado relaciones estrechas con fabricantes y artesanos muy interesantes, además he viajado y conocido personas relacionadas con el sector de diferentes partes del mundo”.

Previamente, desde la Gran Manzana, Alberto Vélez había incursionado en el mundo de la moda, diseñando tiendas para firmas exclusivas como Gucci, YSL y Bottega Veneta. También tuvo la oportunidad de trabajar directamente con el diseñador Tom Ford, con el que recuerda haber compartido largas sesiones en las que logró entender su visión estética y los criterios con los que trabaja, pues es extremadamente perfeccionista.

Además de reivindicar y reinterpretar el diseño escandinavo de mitad de siglo con la silla Odense, para Alberto este galardón significa un motivo más para seguir trabajando, pues está inmerso en un medio muy competido que rara vez hace esta clase de reconocimientos.

Ante los elogios que ha despertado en Colombia el mérito logrado por el diseñador industrial, él solo ratifica que este es un paso más hacia esa cima que sigue escalando. Sin egos ni vanidades, más que otro trofeo, Alberto anhela probar de nuevo un pandeyuca bogotano, uno de los tantos deleites culinarios ya casi imposibles de conseguir en La Ciudad de los Vientos.