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Camila Zuluaga : “Me odian o me quieren, más lo primero que lo último”

, 11/12/2012

La legión de oyentes de W Radio se encuentra cada mañana con esta mujer de 27 años, encargada de cuestionar, polemizar y hasta sacarles la piedra a los protagonistas de la noticia.

Aunque pocos lo creen, Camila Zuluaga se destaca por ser muy cariñosa y afectuosa. - Foto:

Tiene claro que son cientos de miles los que hablan mal de ella. Pero su caballo de batalla es hacer bien su trabajo. Ser “la mala” del paseo, como se dice popularmente, le llegó hace cuatro años cuando Julio Sánchez Cristo le ofreció encargarse de hacer las denuncias en la W. Ante semejante reto, Camila respondió que no tenía ninguna experiencia en ese campo, pero él le dijo: “Vas a aprender, poco a poco, pero lo vas a lograr”. Así empezó a develar realidades que para muchos era mejor mantener ocultas, a entender la forma, el tono y el estilo que Sánchez quiere en su programa. 


Su rol se fue formando paulatinamente y con la salida de Félix de Bedout se abrió un espacio que ella terminó ocupando con comodidad. Se reconoce feliz, pero asegura que en ocasiones es blanco de palabras, expresiones y críticas demasiado duras por el oficio que desempeña.

Usted ha llegado a tener cierto grado de reconocimiento, pero ¿qué le queda hacia delante?
Siguen muchas cosas, pero no sé específicamente qué. La posición no es lo único que me motiva en la vida. A la gente se le va el tiempo pensando adónde va a llegar o cuál es el siguiente puesto. Soy una convencida de que nada de eso debe ser el móvil. Lo único que lo tiene que impulsar a uno es ser feliz con lo que hace y vivir contento con el trabajo que desempeña.

Es indudable que en Colombia se hace buen periodismo. ¿Qué nos falta?
Que valoren el oficio un poco más. Aquí los periodistas son muy mal pagos y además no cuentan con un productor que esté a su lado para hacer que el resultado final sea el que debe ser.

Muchos piensan que usted es una estrella inflada a la fuerza por Julio Sánchez Cristo. ¿Qué opinión le merece esa aseveración?
No me considero ninguna estrella y no creo que los periodistas lo sean. No sé si inflada o no, pero evidentemente por estar en la W tengo oportunidades al lado de Julio. Sin embargo, estoy convencida de que la credibilidad de uno no depende del apoyo de otra persona, sino únicamente del trabajo y el esfuerzo personales.

¿Qué les contesta entonces a los que tanto la critican?
Que me gustaría verlos sentados en mi silla, creando este cuero y aguantando todo lo que me toca soportar. Es una presión muy fuerte que no cualquiera resiste.

¿Ha sentido vulnerada su seguridad personal?
No. Creo firmemente que en Colombia los periodistas contamos con toda la libertad para trabajar.

¿Cree que por ser mujer la gente le da más palo?
Sin duda, y sucede en cualquier medio. Siempre te van a atacar por tus relaciones personales. Si una mujer sobresale es porque se acostó con este o aquel. De la misma manera que el mejor ataque que se encontró la gente para decalificar a los hombres es decirles que son homosexuales. Seguimos siendo un país absolutamente machista.

¿Qué les dice a quienes hablan de su mala dicción y mal manejo del español?
Es la primera vez que oigo decir eso de mí. Me han dicho bruta, que no sé dónde estoy parada, pero que hablo mal, jamás.

¿Qué piensa hoy, pasado el tiempo, del regaño del expresidente Uribe al aire?
Él es un personaje que polariza y eso se refleja en las opiniones de los oyentes. Los que lo apoyan me atacan sin piedad, mientras que los antiuribistas me felicitan. Pero considero que ni en este caso ni en ninguno se debe llegar a los extremos.

¿En qué le gustaría especializarse?
Lo más cercano para mí es estudiar. Quiero terminar economía, una carrera que cursaba paralelamente con ciencia política, pero que abandoné para trabajar y para terminar bien y graduarme en una de las dos. Es una deuda que tengo conmigo misma.

¿Cómo es un día normal de su vida?
Me levanto a las 5:00 a.m., llego a la W a las 5:45 y allá estoy hasta la 1:00 p.m. Después cumplo con los compromisos que tengo con mi entrevista de los martes en El Espectador, con el programa Puntos cardinales del canal Claro o mi columna de opinión para un periódico del Valle del Cauca.

¿Qué es lo mejor de estar en radio, prensa escrita y televisión?
De la radio, la inmediatez. De la televisión, la exigencia estética, y de la prensa escrita, el rigor de la escritura.

¿Cree que si fuera fea la criticarían menos?
Nunca me he considerado bonita, entre otras porque mi hermana Karla Zuluaga, ex señorita caldas y princesa nacional, siempre fue la linda de la casa. Aunque Julio y muchos más me regañan por decir que no lo soy.

¿Cuál es su mayor cualidad?
La sinceridad en lo privado y en lo público.

¿Y sus mayores falencias?
Estallo muy fácilmente.

¿Sabe pedir perdón?
Sí, a quien sea.

¿Cuánto tiempo de su día se dedica a usted misma?
No sé, pero sí voy al gimnasio, leo, le dedico tiempo a mi novio, a mi perro… Solo puedo desconectarme del trabajo los domingos.

¿Cómo es su relación con la moda?
Me gusta. Una profesora del colegio decía que la estética es la piel de la ética y creo firmemente en eso. Siento que hay que ser estético no solo en el vestir, sino también en tu espacio, en la vida.

¿En qué gasta sin pensar?
En una buena cartera.

¿Es hincha de algún equipo?
Sí, de Millonarios.

¿Su relación con el deporte nació o se incrementó al lado de su exesposo y colega Antonio Casale?
Obvio. Viví seis años en los que el tema central de la casa era el deporte.

¿Qué le dejaron Andrea, su personaje en la serie de televisión Padres e hijos, y su paso por Super play y Mtv latino?
Me dejaron disciplina, capacidad de trabajo y responsabilidad.