Hollywood

Un amor para toda la vida: Before Midnight

Revista FUCSIA, 29/8/2013

Uno de los romances más hermosos del cine regresa en su última entrega para contarnos las dificultades del matrimonio. Antes del anochecer es sin duda una de las películas más esperadas del año.

Antes del amanecer es la primera escala de este viaje fílmico por Europa. En esta película, Viena es la ciudad testigo del romance entre Jesse y Céline. Fotos: Cortesía Sony Classics. Cine Colombia - Foto:

En 1995 nació una de las historias de amor más inolvidables de la pantalla grande de los últimos veinte años. Un joven americano conoce a una estudiante francesa en un tren que tiene como destino París pero que, por cuestiones de la vida, hace una parada en Viena, ciudad donde estos inocentes personajes pasan juntos un día que nunca olvidarán. Con la promesa de volverse a ver exactamente en seis meses en esa misma estación de tren donde se bajaron, Jesse (Ethan Hawke) y Céline (Julie Delpy) se despiden antes del amanecer, sin intercambiar un número telefónico o una dirección, y convencidos de que ese encuentro planeado será una realidad.

Este año seremos nuevamente testigos de la historia de amor entre Celine y Jess
e. Antes del anochecer es la última entrega de esta saga que se volvió cine de culto para muchos seguidores. Antes del amanecer (1995) marcó el momento de la juventud y el romance intrépido. Antes del atardecer (2004) mostró un reencuentro anunciado y la crisis de la mediana edad entre los dos personajes, y Antes del anochecer (2013) desvela la vida de pareja después del matrimonio y lo fuerte que puede ser el amor.


Primera parada: Viena

La primera película, rodada enteramente en Viena, es una oda al amor joven y la búsqueda interior de un hombre y una mujer que están en la plenitud de los 20 años. En Antes del amanecer, el espectador fue testigo del primer beso entre Jesse y Céline, de su primera noche juntos y de los planes que, en un solo día, hicieron hacia el futuro. El coqueteo constante de Jesse hacia Céline, y la inocencia de esta chica francesa, se combinan perfectamente y crean una química inmediata entre los dos personajes, que a través de sus magníficos diálogos nos dan a conocer un poco de cada uno, como si fuéramos partícipes de esa primera cita, que no resulta incómoda sino placentera.

Al director, Richard Linklater, le ocurrió algo parecido que a Jesse y a Céline, y por eso decidió transformar su propia experiencia en película. La idea surgió de una noche que pasó con una extraña en Filadelfia pero, a diferencia de lo que muestra en el filme, él sí mantuvo contacto con esa mujer hasta que no volvió a saber nunca más de ella. Viena como telón de fondo es la tercera ciudad protagonista de la historia. Los jóvenes recorren sus calles, bares y jardines en los que pasan una velada inolvidable.

Entre conversaciones un tanto existencialistas, que abordan temas como la reencarnación, la extinción de la humanidad y el matrimonio, conocemos a una pareja que poco a poco se acoplan el uno al otro. Ella es insegura, liberal y creyente en que el amor no lo es todo; él, aventurero, coqueto y en algunos momentos charlatán. Pero esas cualidades son las que unen rápidamente a dos extraños de nacionalidades diferentes y, de por sí, de vidas completamente disímiles.

 Una de las escenas más hermosas de esta primera cinta es la del poeta callejero que, por unas cuantas monedas, escribe a la joven pareja nómada unos versos que los hacen pensar si realmente son el uno para el otro. Pero la noche cae, y llega el amanecer, momento en el que Jesse se despide de Céline, con la promesa de que se volverán a encontrar en seis meses, en la misma fecha y el mismo lugar. No se quieren despegar, se abrazan, y se dan ese último beso sin aliento que nunca olvidarán.


Segunda parada: París

La promesa de volverse a encontrar se ha roto. Jesse llega ese 16 de diciembre en que planearon encontrarse seis meses antes en la estación de tren, pero Céline no apareció.

Nueve años después, ella es una activista ambiental y él un reconocido escritor. Los dos rondan los 30 años, con la diferencia de que él está casado y tiene un hijo, mientras que ella continúa soltera. En esta ocasión, los dos personajes pasan una tarde completa antes de que Jesse aborde su avión para regresar a Estados Unidos, así que deciden dar una vuelta por la soleada París y ponerse al día.

Céline lleva a su “amigo” americano a un café donde discuten sobre el libro que ha llevado a Jesse por toda Europa. Lo interesante es que el libro habla de esa chica que Jesse conoció en un tren hace nueve años y de la que se enamoró perdidamente. La escena más larga entre los dos dura once
minutos, y solo vemos a los dos personajes conversar sobre lo bien y lo mal que les va en sus vidas.

Antes del atardecer fue nominada a un premio Óscar en la categoría de mejor guion adaptado, para el cual Ethan Hawke y Julie Delpy participaron en la escritura, añadiendo detalles personales de sus vidas a la película. Por ejemplo, Ethan Hawke vivía una etapa difícil de su matrimonio con la actriz Uma Thurman durante esa temporada, momento que se ve reflejado en el personaje de Jesse, que está a punto de divorciarse. Por otro lado, Julie Delpy escribió tres canciones originales para la banda sonora del filme, una de las cuales interpreta a capela, para Jesse, en la escena final de la película.

Aquí se ve a los dos personajes ávidos de tener algo formal, a pesar de que sus trabajos y ciudades los separan, Jesse decide no tomar su avión de regreso a Estados Unidos y quedarse con esa chica francesa que conoció en un tren, para no perderla de nuevo.


Última parada: Grecia

Antes del anochecer nos devuelve a ese momento en que Jesse fue seducido por los encantos de Céline y perdió su avión con regreso a Nueva York. Nueve años después nos encontramos con la sorpresa que la feliz pareja se ha casado, tiene dos hijas y están de vacaciones en la península griega. Esta es la cinta más sincera y emotiva de las tres películas, pues toca fuertemente la crisis matrimonial, la primera disputa entre Jesse y Céline, y las culpas que surgen durante la vida en pareja.

Mientras llevan su vida de familia en París, Jesse busca reconectarse con el hijo de su primer matrimonio, que ahora vive en Chicago. Ante esto, Jesse le propone a Céline que se muden a Estados Unidos para estar más cerca de él, pero ella no quiere arriesgar la propuesta de un trabajo nuevo que le han ofrecido en Europa.

Este es el detonante para que paso a paso veamos cómo el amor se torna en gritos, culpabilidad y reproches entre la pareja que vimos enamorarse en una estación de tren. Dos décadas después de ese primer encuentro, los diálogos entre la ahora pareja de esposos se sienten cada vez más reales. Pues a medida que el tiempo ha pasado, se ha observado el crecimiento de los personajes no solo física sino internamente. Julie Delpy es fantástica en esta última entrega, pues expresa todo ese clamor de una esposa que muchas veces su marido no comprende. La madurez de los dos personajes es un resultado de la perfecta construcción de personajes que se tejió desde un principio, cuando los vimos en 1995 en su juventud.

Si usted es de los que tiene una relación que lleve dos meses, un año o veinte, es absolutamente obligatorio ver Antes del anochecer, pues su director logra hacer un auténtico retrato de las etapas del amor con esta pieza fílmica. Su naturaleza es tan precisa que captura todos los momentos por los que atraviesa una pareja, desde ese primer encuentro hasta cuando dan el sí ante el altar y comparten una vida juntos.