¿Un servicio como Uber, sólo para mujeres?

Con la polémica viva sobre el posible bloqueo del gobierno Nacional a la aplicación de transporte especial ‘Uber’, se abre de nuevo el debate sobre la libre competencia, pero también sobre la inseguridad en el servicio público: taxis, buses y hasta TransMilenio.

Una inseguridad que, lamentablemente afecta a una alta población de mujeres, las víctimas más frecuentes de atracos, robos y otros tipos de violencia.

Por eso, aplicaciones y servicios de transporte han variado su oferta y- aunque pocos-, ya existen algunos son dirigidos específicamente a la mujer: uno de ellos es She Taxis (que cambiará su nombre a She Rides), una compañía creada en 2014 y que por ahora sólo opera en Nueva York.

Funciona igual que cualquier otra aplicación de transporte, solo que pregunta además si existe una mujer en el grupo. De no ser así, ésta recomienda otro servicio de transporte. Por el momento, solo está disponible para dispositivos iOS.

Aplicación She Taxi. Imagen: itunes. De acuerdo con su página web, a todas las mujeres conductoras se hace una revisión de antecedentes antes de contratarlas. En Estados Unidos, las mujeres son el 60 por ciento de los pasajeros de taxi, pero solo representan el 2 por ciento del total de conductores. En Colombia las cosas son similares: de los 68.000 taxistas afiliados a Taxis Libres, la empresa más grande de Bogotá, solo el 2,5 por ciento pertenecen al género femenino. Con esa idea en mente, la dominicana Stella Mateo decidió crear esta iniciativa que empodera a la mujer y le abre paso en un área que tradicionalmente ha sido dominada por los hombres. She Rides no es el único transporte para mujeres en el mundo. En 2013 se lanzó en Kerala (India) un servicio con el mismo nombre y el mismo concepto. Ha sido tan exitoso, que incluso el gobierno de la ciudad ha considerado hacer algo similar con buses de transporte público.

Mujeres conductora de She Taxi, en India. Imagen: The Hindu.com. En Nueva Zelanda existe Cabs for Women. Funciona con una suscripción mensual en la que a la usuaria se le descuenta una cantidad fija cada mes. Bogotá es una de las ciudades más peligrosas para las mujeres en el transporte público, de acuerdo con un estudio de la Fundación Thomson Reuters. Cada cinco días en Bogotá se presenta al menos una denuncia por "paseo millonario", según cifras de la Policía Metropolitana. Si bien en Colombia Uber es visto por muchas usuarias como una alternativa más segura, en el mundo se han registrado varios casos de acoso a pasajeras. En Nueva Delhi, este servicio fue prohibido tras conocerse que uno de sus conductores violó a una mujer. Esta empresa también se vio envuelta en una polémica por las declaraciones sexistas de su fundador, Travis Kalanick, quien aseguró en una entrevista que le gustaba referirse a su empresa como Booober (juego de palabras entre Uber y boobs, senos en inglés).

Además, uno de sus servicios premium realizó una campaña llamada 'Uberavions', donde se mostraban a mujeres semidesnudas conduciendo sus autos. Una clara referencia a la palabra 'Avions de chasse', que es como en el francés se les denomina a mujeres 'candentes'.

Pase o no el tema del bloqueo con Uber, lo importante no es sólo garantizar la libre competencia, como aseguran los dueños de la aplicación, sino que las empresas lleven más allá el concepto de seguridad. Lo eleven a un compromiso de integridad con las mujeres, que son las usuarias más frecuentes de estos servicios... y de paso que Colombia se pellizque y forme también sus propias aplicaciones. Mira también '¿Podemos dejar de tener un transporte público infernal para las mujeres?'