Moda
De maestro a discípulo
Ernesto Navarro se enamoró de la fotografía para siempre y en su búsqueda de hacerla suya llegó a un taller del reconocido Ruven Afanador. La química fue tal entre los dos santandereanos, que ahora el pupilo se convirtió en la mano derecha del profesor en Colombia y hoy nos muestra con orgullo su trabajo después de esa reveladora experiencia.
Ernesto Navarro se enamoró de la fotografía para siempre y en su búsqueda de hacerla suya llegó a un taller del reconocido Ruven Afanador. La química fue tal entre los dos santandereanos, que ahora el pupilo se convirtió en la mano derecha del profesor en Colombia y hoy nos muestra con orgullo su trabajo después de esa reveladora experiencia.