La ley del matrimonio homosexual llega al Senado francés

La izquierda, impulsora del texto, cuenta en la cámara alta con un margen de tan solo seis senadores y muchos diputados de varios partidos han anunciado ya que romperán la disciplina de voto, lo que convierte el resultado final en más incierto que el de la Asamblea Nacional.

Algunos senadores socialistas de los territorios de ultramar han asegurado que votarán en contra del texto o se abstendrán, mientras que algunos parlamentarios conservadores, como Fabianne Keller, han dicho que lo apoyarán.

Todo parece indicar que el texto cuenta con menos respaldo en la cámara alta del que obtuvo el pasado 12 de febrero en la baja, cuando recibió el apoyo de 329 diputados, cien más de los que lo votaron en contra.

Ante lo ajustado del resultado que se prevé en el Senado, los opositores al texto han intensificado sus protestas.

Han abierto una página web para indicar el sentido del voto de cada senador y su dirección de correo electrónico, para que la gente pueda inundar sus buzones de peticiones en contra.

Tras haber convocado dos grandes manifestaciones, una el 13 de enero y otra el 24 de marzo, en las que aseguraron haber reunido a más de un millón de personas en cada una, preparan una nueva para el mes próximo, si el Gobierno no retira el texto.

Entretanto, multiplican las pequeñas acciones de protesta, como la llevada a cabo esta noche ante el domicilio de la senadora centrista Chantal Jouanno, que mostró su apoyo al matrimonio homosexual..

Algo similar ha sucedido a algunos miembros del Ejecutivo, que han visto las protestas de los opositores al matrimonio homosexual en sus desplazamientos, al igual que el presidente, François Hollande.

Un sondeo difundido hoy por la televisión BFMTV muestra que el 53 por ciento de los franceses son favorables al matrimonio entre personas del mismo sexo, un punto menos que en diciembre pasado.

La encuesta revela, sin embargo, un cambio de tendencia en cuanto a la legalización de la adopción por parte de parejas homosexuales: un 56 % se oponen, frente al 48 % que lo hacían a finales de 2012.