Decoración

Portugal apuesta por el diseño y lo sostenible con los muebles de corcho

EFE, 6/6/2013

El mayor productor mundial de corcho, Portugal, destierra la imagen de que este material sólo sirve para tapar botellas y apuesta por aprovechar sus numerosas propiedades en la creación de una industria del mueble de diseño y sostenible.

Sofá elaborado en corcho. Foto tomada de Hogarismo.es - Foto:

El diseño luso ha fabricado con este elemento natural piezas nunca sospechadas, como butacas, bañeras o muñecos, bajo la etiqueta de la ecología y contando con la ventaja competitiva de producir casi la mitad del corcho mundial, según datos de APCOR (Asociación Portuguesa del Corcho).

La búsqueda de nuevas salidas a esta producción encuentra su origen en la crisis sufrida por el sector a finales de los años noventa, cuando las ventas de los corchos de botella cayeron drásticamente a favor de otros materiales más baratos como el plástico.

Éste fue el momento en el que el sector percibió que se podía aprovechar de otro concepto en alza, el de la ecología, mezclarlo con el diseño y apoyarse en ellos para reflotar el mercado, según explicó a Efe Ana Mestre, fundadora de Corque, empresa dedicada al diseño de muebles de este material desde 2009.

Del vaciado del alcornoque cada nueve años, sin dañar al árbol, se obtiene un material que es prácticamente utilizado en su totalidad y que, con la debida innovación, hasta su propio procesamiento puede ser cien por cien ecológico, de acuerdo con estas mismas fuentes.

Esta investigación para "el desarrollo de procesos y la mejora de materiales" es una de la patas sobre las que se sostienen los muebles de Corque Design, y lo que les diferencia de sus competidores, según Mestre.

Así, con la aplicación de vapor de agua a las esferas que forman su asiento modular "Lagarta" (oruga en portugués) han conseguido expandir la corteza, por lo que es necesario menos materia prima para su fabricación, al tiempo que pueden variar el color sin necesidad de otros productos.

Con una cadena de producción totalmente portuguesa, sus conceptos de diseño son probados en el circuito artístico internacional antes que en el comercial.

Las piezas han sido exhibidas en Nueva York, donde el catálogo de la tienda del MoMa recoge algunas; Brasil, que este año acogió la presentación de un manifiesto sobre la sostenibilidad del diseño; y Japón o Barcelona.

Tienen buena recepción en países donde el corcho "es percibido como exótico" y por eso más valorado, como los escandinavos, "seguidores del diseño y la naturalidad del producto", o Estados Unidos, que es "el mercado de crecimiento más inmediato".

Pero Mestre reconoce que la crisis económica les ha lastrado, aunque piensa que "es un éxito porque el proyecto no ha muerto", explica.

El reconocimiento internacional no se limita a esta empresa, sino que otros pequeños productores lusos han recibido reconocimientos, como el Red Dot Design Award, obtenido en 2008 por la compañía Simple Forms Design, que ofrece lavamanos o jaulas para pájaros fabricadas con corcho.

Los portugueses se sienten tan orgullosos del corcho que recubrieron con él su edificio en la Expo de Shanghai de 2010, que conquistó a artistas como Ai WeiWei.

Junto a él, los arquitectos Herzog & de Meuron construyeron en 2012, con ese material, el pabellón encargado por la prestigiosa Serpentine Gallery de Londres.

"El claro apoyo del mercado" a estos productos llevó a la compañía portuguesa Amorim, líder mundial en la industria de la corteza del alcornoque, a lanzar su primera colección de objetos "de diseño" para el hogar, Materia.

Esta línea está respaldada por las firmas de creativos nacionales y extranjeros, indicaron a Efe desde la compañía.

Las cuatro áreas de producción de este concepto "no generan los mismos beneficios" que la construcción o los tapones, que suponen el 60 % del negocio.

Pero ofrecen "nuevas pistas para la aplicación del corcho en sectores que tradicionalmente no lo utilizaban".

"Serán fundamentales para garantizar el futuro de Amorim y la industria", señalan portavoces de la empresa, para quienes estos productos ayudan también a reforzar la continuidad del ecosistema del alcornoque y llevar el nombre de Portugal por el mundo. EFE