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Sexo Tántrico: éxtasis a través de la sexualidad

Luisa Torres, 6/11/2012

Hace miles de años, las relaciones sexuales eran un acto espiritual; era una relación a través de la cual el hombre y la mujer experimentaban a Dios. En la antigüedad se creía que el hombre era espiritualmente incompleto hasta que tenía conocimiento carnal de la divinidad femenina.

Hace miles de años, las relaciones sexuales eran un acto espiritual; era una relación a través de la cual el hombre y la mujer experimentaban a Dios. En la antigüedad se creía que el hombre era espiritualmente incompleto hasta que tenía conocimiento carnal de la divinidad femenina.

La unión física con la mujer, era el único medio a través del cual el hombre podía llegar a su plenitud espiritual y alcanzar finalmente el conocimiento de lo divino. Los ritos sexuales se consideraban los únicos puentes que tenía el hombre para dejar la tierra y alcanzar el cielo.

Desde el punto de vista fisiológico, el clímax del hombre era acompañado de una fracción de segundo totalmente desprovista de pensamiento, un breve vacío mental que producía un momento de clarividencia durante la cual se podía adivinar a Dios. Los gurús dedicados a la meditación alcanzan estados similares de vacío de pensamiento sin recurrir al sexo y suelen describir el Nirvana como un orgasmo sin fin. El sexo engendraba vida, el milagro más extraordinario, y los milagros los hacían solo los Dioses. La capacidad de la mujer para albergar vida en su cuerpo, la hacía sagrada, divina. La relación sexual era así la unión de las dos mitades del espíritu humano, la masculina y la femenina, a través de la cual el hombre y la mujer podían hallar la plenitud  espiritual y la comunión con Dios. Esto no tenía nada que ver con el sexo sino con la espiritualidad.

Para la iglesia primitiva, el uso del sexo para comulgar directamente con Dios suponía una seria amenaza a los cimientos del poder católico. De ese modo, la iglesia quedaba fuera de juego y su autoproclamado papel como único canal hacia Dios quedaba entredicho. Por razones obvias, hicieron todo lo que pudieron para demonizar el sexo, convirtiéndolo en un acto pecaminoso y sucio, y otras grandes religiones hicieron lo mismo. De ahí nacen todos los mitos, falsas creencias y miedos que actualmente están en el pensamiento de todos frente a la sexualidad.

Tanto lo que hemos heredado de la antigüedad como nuestra propia fisiología, nos dicen que el sexo es algo natural, un hermoso camino hacia la plenitud espiritual y sin embargo, la religión moderna lo ve como algo pecaminoso y nos enseña a temer nuestra sexualidad .

¿Qué es el Tantra?

El Tantra es un compendio existencial que permite descubrir el camino vital que conduce a la evolución espiritual a través de la belleza, el arte, el amor, la meditación, la alegría y el sexo meditativo. Es un viaje personal en donde se disfruta sin mortificaciones: se goza, se medita, se ríe y se ama con abundancia e inteligencia. Y para expandir dicha conciencia de vida, se hace énfasis en la elevación energética.  El acto sexual tántrico tiene como objetivo final, sentir la fusión de las dos divinidades (masculina y femenina) dentro de nosotros, no solo es una invitación al placer y al amor, sino la trascendente unidad de los polos que rigen la vida. Esta unión para el Tantra es mucho mas que un suceso físico, también se abren puertas de la Creación, y de la materia prima con la que es fundada la Vida: el placer, la conciencia, la energía, el movimiento y la belleza.  La unión de los cuerpos a través del sexo es la posibilidad de percibir la unidad primaria en un instante sin mente, sin identificación, sin limites, un encuentro con la misma luz, la conciencia, el deleite supremo, el reencuentro con el origen de la vida misma.

¿Cuál es el objetivo del Tantra?

El principal objetivo del Tantra es disfrutar de la vida, aprender a jugar. Y dentro de este juego, se debe unir el Principio Femenino, con el Principio Masculino dentro de nosotros para así activar  los chakras (ruedas de energía y conciencia). Al activar los chakras, la energía Kundalini (energía de la vida) sube por todo el conducto central de nuestro cuerpo hasta llegar a lo alto de nuestra cabeza donde encontramos la conciencia, así se ilumina la conciencia, las células de todo nuestro cuerpo y el alma.  Para que dicha energía despierte y ascienda, se realizan los ejercicios y el acto sexual para unir los polos energéticos que generan la luz. El propósito es usar la energía sexual de forma consiente a favor de la persona para alcanzar la sabiduría.  Como todo esta entrelazado, para encauzar y equilibrar el flujo sexual también es necesario domar la mente y la respiración.

¿Cómo es el ritual?

En el Tantra se dice: “La energía sigue al pensamiento”

Antes de comenzar el ritual tántrico, la pareja decide cual va a ser la intención en particular para potenciar en ese encuentro mágico y amoroso. Luego, a través de ciertos mantras, posturas y visualizaciones particulares, así como también de ejercicios de respiración y meditación en pareja para acumular la energía, se da el poder creador del sexo hacia un fin concreto. Para iniciar el rito sexual existen recomendaciones  como: tener actitud de conciencia, decorar el ambiente con flores, reservar al menos 3 a 5 horas para el ritual, tener a mano bebidas y comida (vino, pescado, carne, cereales: estos elementos representan el reino vegetal, acuático, animal), hacer una ducha de purificación, danzar, mirarse a los ojos, hacer consiente la respiración y cantar mantras, entre otras cosas.

¿Qué diferencia existe entre el sexo tradicional y el sexo tántrico?

La gran diferencia que existe es la actitud y el uso de la energía. La conciencia puesta en un plano superior. Es la mirada de la hormiga y la mirada del águila: lo limitado y lo ilimitado, la hormiga solo ve un trecho del camino, de la misma manera que el sexo instintivo, se enfoca en la genitalidad y la penetración. Mientras que la mirada de águila expande su visión y su conciencia, puede ver todo el paisaje, en definitiva el paisaje interior. El tantra despierta el ojo interno a través de practicas especiales, para que en una primera fase podamos sentir lo instintivo y mas tarde se pueda volar hacia la divinidad gracias a la practica sexual meditativa.

¿Por qué es recomendable?

El Tantra es una invitación a vivir como un rey o como una reina; como co-creadores de vida. Cuando la energía esta bien canalizada surge la creatividad, las ganas de danzar, de vivir, de reír, de meditar, entre muchas cosas más. Aparece un sentimiento de plenitud, de conexión con todo lo existente. Como no es una religión, sino un camino libre para gente sensible, sensual, mística y creativa, no se enseña el sufrimiento, la culpa, el cargar con ninguna cruz, ni la seriedad. Al contrario, el Tantra hace énfasis en el gozo, en la celebración de cada momento, en la vida como presente y como regalo divino.