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Los Obesógenos, agentes de gordura

, 4/1/2011

Aquí te contamos cuales son los nuevos saboteadores de un peso saludable para que sepas como atacarlos. Entérate aquí.

Los obesógenos, foto: Thinkstock - Foto:

Por RevistaFucsia.com

Atribuimos a la gordura el hecho de comer muchas hamburguesas y quemar muy poca grasa, pero los científicos están descubriendo que los químicos a los cuales estamos expuestos todos los días pueden ser en gran parte los orígenes de la actual epidemia de obesidad. Llamados obesógenos, o irruptores endocrinos, estos químicos naturales (hechos por el hombre) alteran el sistema regulatorio que controla tu peso, incrementando las células lípidas, reduciendo las calorías que quemas, e incluso alterando la forma en la cual tu cuerpo maneja el hambre.

Es tiempo de dar la pelea. Sólo en Estados Unidos, la Casa Blanca advierte la existencia de los obesógenos, en contra de la obesidad infantil y la Agencia de Protección Ambiental ha destinado 20 millones de dólares para su investigación. Aquí te mostramos lo que debes saber para combatirlos.

¿Cómo funcionan?
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Obstaculizan e interfieren las acciones naturales de las hormonas en nuestros cuerpos, o previniendo que éstas se desempeñen de la manera correcta. Los irruptores endocrinos pueden:
o Hacer que el cuerpo almacene grasa y programar nuevamente a las células para que sean células grasas.
o Hacer que el riñón se vuelva resistente a la insulina, lo que hace que el páncreas transforme la energía en grasa.
o Prevenir que la leptina (la hormona que reduce el apetito) sea liberada de tus células grasas para hacerle saber a tu cuerpo que estás llena.

¿Dónde se encuentran?
En todas partes. Particularmente porque los obesógenos, como por ejemplo el sirope de maíz, pueden encontrarse en todas clases de alimentos, desde gaseosas hasta yogurts, pretzels… Este dulce viscoso (y omnipresente) hace que la insulina del hígado se vuelva resistente y manipule la leptina, aumentando el hambre, creando un ciclo vicioso en donde se te antoja más comida, la cual se convierte en grasa con facilidad. También puedes encontrarlos en los pesticidas con los que se fumigan las frutas y vegetales (por eso debemos pelar los tomates y las papas, por ejemplo). Las hormonas con las que se trata a los animales para que se desarrollen más rápido, y entre otros el bis-phenol A o (BPA) que está presente en los plásticos con que se envasan los alimentos, como bolsas de plástico y latas cuyas paredes están recubiertas de plástico.

¿Cómo evitar los obesógenos?
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Compra pescados tales como el salmón, que contiene ácidos grasos omega-3 (saludables para el corazón), y carnes libres de hormonas y antibióticos.
- Instala un filtro de carbón en tu grifo para filtrar químicos como la atrazina.
- Usa botellas de agua hechas en aluminio.
- Mantén las botellas de agua en un lugar fresco y nunca metas plástico en el microondas.
- No comas tantos enlatados. Mejor prefiere los congelados o los alimentos frescos.
- Deshazte de las sartenes que no sean antiadherentes. Si usas una sartén con teflón, nunca uses un implemento de metal pues puede rayar la superficie y liberar los químicos que tiene, liberando obesógenos al mismo tiempo.
- Compra las carnes directo del mostrados de carnes (en lugar de las empacadas previamente) y pide que te la envuelvan en papel café.
- Evita los ambientadores de aire, abre las ventanas.