Sexo

Déjate atar

RevistaFucsia.com, 8/2/2012

Si alguna vez se te ha pasado por la cabeza lo excitante que sería pasar una noche de sexo alucinante siendo dominada por tu hombre, no te sientas extraña, esta es una de las fantasías más recurrentes en las mujeres y ahora puedes instruir a tu pareja para que aprenda a hacerlo.

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Por extraño que parezca, muchas mujeres tienen la fantasía de ser dominadas en la cama o perder, de una manera u otra, toda responsabilidad. Sin embargo, este tipo de pensamientos sexuales genera la idea de tener algún problema psicológico relacionado con la baja autoestima, o simplemente porque en el modelo de novia o esposa ideal no figuran este tipo de escenarios sexuales.

Pues bien, ha llegado el momento de desprenderse de ese modelo, no solo porque a los hombres les encantan las mujeres arriesgadas y propositivas, sino porque puede ir en detrimento de tu propia satisfacción.

Ser atada durante la relación sexual es una manera de perder todo control. No se trata de que las cuerdas o las esposas sean sexys en sí mismas, sino que representan la posibilidad de ‘dominación’, castigo o abuso.

De acuerdo con Alexander Allman, autor del libro Sexo Revolucionario, las mujeres desean a un hombre que pueda dominarlas; “esto es en parte algún tipo de instinto de tiempos remotos, en parte por la excitación normal femenina hacia la fuerza masculina, en parte por el deseo de los roles sexuales. Por roles sexuales, quiero decir la diferencia entre hombre y mujer, porque en el mundo moderno nos hemos convertido demasiado en lo mismo”, anota Allman.

Cabe aclarar que no se trata de un tema de superioridad, falta de respeto o de equidad, simplemente es una práctica sexual que puede ser muy placentera si ambas personas están de acuerdo y quieren explorarla. “Una razón por la que muchas mujeres fantasean acerca de ser atadas es que pueden dejar ir completamente sus inhibiciones, porque ‘no es su culpa’, estar atadas elimina esa barrera”, dijo Allman.

Cómo conseguir que tu hombre te ate, paso a paso
Empieza gradualmente: empieza diciéndole que quieres que sujete tus muñecas durante el sexo. Dile que se siente bien sentir su fuerza y que te gusta tener que forcejear un poco (no castrarlo para escapar, debes hacerlo divertido para él también). Haz el tipo de sonidos que le harán saber que realmente te excita. Dile cuando acaben que te encantó, a los hombres, como a todas las criaturas, les gustan los refuerzos positivos. Después, si te parece adecuado, y probablemente lo será, construye la fantasía para él.

Construye la fantasía: no bromees demasiado. Es emocionalmente más seguro para ti, pero se siente como una trampa para el hombre, él no querrá admitir que tiene este tipo de sentimientos tampoco. A él le gustas, quiere que pienses que es un caballero. Dile con anterioridad y agregando mucha sensualidad, que has tenido muchas fantasías con él atándote, que no importa cuánto luches, será inútil.

Establece una palabra clave: es necesario que antes de empezar el juego se acuerde una palabra para designar real desacuerdo, es decir, cuando de verdad quieres parar. Palabras y expresiones como ‘no’, ‘no más’, ‘para’, seguramente serán excitantes y es bueno que las incorpores a la situación; por tal razón, es conveniente que se establezca otro tipo de expresión para indicar que ya no quieres más si te sientes incómoda de alguna manera, puede ser ‘es suficiente’, ‘no lo disfruto’, así él sabrá con certeza que es momento de detenerse.

Solo discútelo en el momento adecuado: dile esto en la cama o en otro momento sexualmente cargado, cuando el instinto animal está suelto, porque no es un buen tema de conversación para tomar un café, cuando su parte intelectual del cerebro está actuando. Resulta que nuestros pensamientos y prejuicios dependen mucho de nuestro estado emocional, esto se debe a que estamos accediendo a regiones completamente diferentes en el cerebro. Por eso cuando estás excitada, puedes haber fantaseado con estar atada, pero al día siguiente te sientes avergonzada de haber tenido tales pensamientos. Entonces, el momento apropiado para plantear esta fantasía no es antes del sexo, sino cuando están en medio del asunto. Seguramente el siguiente fin de semana él se habrá equipado con todo lo necesario.

Para los hombres: no seas un idiota: estamos hablando de una fantasía, usar la fuerza nunca está bien, en este caso se trata de un acuerdo mutuo previamente establecido entre una pareja que se tiene confianza y que está dispuesta a probar cosas distintas.