Autoestima sexual

No me gusta mi cuerpo y por eso no gozo en la cama

, 1/12/2011

La inconformidad acerca del aspecto físico puede ocasionar diversas irregularidades en la autoestima, llegando a un punto extremo en el que cada experiencia sexual se convierte en una obligación que hay que padecer, pues no hay disfrute del cuerpo mismo ni del otro.

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La autoestima es la percepción evaluativa de sí mismo, está construida a partir de pensamientos, sentimientos y tendencias acerca del carácter, el cuerpo y el comportamiento propios. La autoestima influye directamente en el desempeño sexual de las personas porque el sexo es la proyección física sobre la otra persona, si la percepción de sí mismo es negativa, muy seguramente la experiencia sexual no será satisfactoria.

De acuerdo con el psicólogo estadounidense Abraham Maslow, precursor de la psicología humanista, existe una jerarquía de las necesidades humanas, el aprecio es una necesidad fundamental que se divide en dos aspectos: el aprecio por uno mismo, con la confianza y el amor propio; y el respeto y estimación recibido de los demás, con el reconocimiento y la aceptación.

El problema aparece cuando la persona jerarquiza la perspectiva ajena por encima del aprecio propio,  tener una cierta obsesión por imaginar las opiniones que los otros puedan armar acerca de uno va en detrimento del normal desarrollo personal, no solo porque se antepone el componente externo antes que el propio para la autovaloración, sino porque en muchas ocasiones no se trata de opiniones externas reales sino de especulaciones basadas en una impresión negativa que se tiene de sí mismo.

Siendo esto así, cuando llega el momento del despliegue sexual, surgen un sinnúmero de cohibiciones que disminuyen significativamente la calidad del encuentro, tales como preferir hacerlo con la luz apagada, no permitir que la pareja acaricie la totalidad del cuerpo, procurar hacerlo con ropa, lanzar preguntas o comentarios inesperados acerca de la inconformidad con el aspecto físico, entre muchas otras prácticas que terminan aburriendo a la pareja.

¿Qué hacer?
De acuerdo con Alessandra Rampolla, experta sexóloga, tener problemas de autoestima es algo muy común tanto en hombres como en mujeres, pero las mujeres tienen una presión mayor en estos tiempos, los altísimos estándares de belleza son una característica de la sociedad actual; no por eso hay que rendirse y dejarse aminorar anímicamente, al contrario, hay que empezar a quererse más.

“Si estás incómoda con tu aspecto físico y no estás pensando en lo que estás haciendo con tu pareja sino que estás concentrada en el origen de tus inseguridades, no estás presente en la actividad sexual y por eso no estás pasándola bien; si continuas manejando esa imagen corporal desde una perspectiva negativa, vas a continuar teniendo ese problema”, afirmó la experta.

El origen del cambio está en la persona misma, porque finalmente las opiniones de los demás están supeditadas a lo que uno mismo proyecta; en esa medida, Rampolla recomienda “trabajar en tu imagen corporal, no solo para que te acerques y te gustes un poquito más, sino para que celebres quien eres en todo el esplendor de tus imperfecciones y en todas las cosas que te hacen única”.

Recuerda que ya hay alguien que te considera sexy y por eso quiere mantener relaciones contigo y mantén presente que en la gran mayoría de casos es uno mismo quien nota de primeras sus imperfecciones y por eso se le hacen enormes, pero el resto de personas no las percibe, a menos de que andes pregonándolas a los cuatro vientos. Si insistes una y otra vez en aquel gordito que te salió, en tu busto demasiado pequeño o demasiado grande, en tu escases de cola, en el tamaño de tus muslos, tu pareja terminará por creer todo lo que dices y te verá tan grotesca como te quieras mostrar.

Ahora bien, si se trata de un tema en específico que te hace sentir incómoda e insegura, ponte en disposición inmediata para remediarlo; siempre es posible sacar 30 minutos, de los 1440 que tiene el día, para hacer ejercicio, para tratar el pelo o la piel, para mejorar cualquiera que sea la inseguridad que te aqueja. Con esa medida “vas a empezar a sentirte más en control de ti misma y de tu imagen corporal”, dice Rampolla.