Sexo

Placer y seducción: No hay edades

RevistaFucsia.com, 7/8/2012

Nunca somos demasiado viejos para disfrutar de una sexualidad plena ¡Es posible sentir placer hasta nuestro último día!

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Uno de los prejuicios sociales más dramáticos que existen en torno a la sexualidad humana tiene que ver con la expresión sexual en edades avanzadas. Para muchos, la mera idea de pensar en sus padres o sus abuelos sosteniendo relaciones sexuales puede parecer ridícula y desagradable. Es precisamente por este prejuicio generalizado y socialmente aceptado que tantas personas asuman que, por algún motivo, la sexualidad no debe expresarse a partir de determinada edad. ¿Y qué mejor excusa que los cambios físicos y anímicos que trae consigo la etapa de la menopausia en la mujer y la andropausia en el hombre? Una vez adentrados en estas etapas de la vida, son muchos los hombres y las mujeres (particularmente las mujeres) que piensan que la era de la actividad sexual ha llegado a su fin y que, en efecto, disminuyen considerablemente sus hábitos eróticos. ¡Error! La verdad es que el sexo NO termina con la menopausia. Con la llegada de la adultez, el sexo, simplemente cambia, se transforma.

Algunas mujeres viven ciertos cambios físicos de manera muy dramática. De repente, puede sentir muchísima incomodidad con los calores, la disminución de producción hormonal en el cuerpo y la resequedad vaginal, que afecta directamente el placer y la comodidad física en el sexo coital. Sin duda alguna, existe un bajón en la libido que tiene que ver con el tema de las hormonas. También ligada al tema hormonal está la problemática de la fatiga. La piel, además, generalmente está mas reseca y sensible. Son todas cosas para tener en cuenta, porque cuando alguien no se siente bien físicamente, entonces es mas difícil encontrar la energía y el ímpetu para manejarse eróticamente.

Afortunadamente, todos estos temas son manejables. El problema principal es la expectativa angustiante que tienen tantas mujeres de que cuando lleguen a determinada edad, ya no tendrían que sentir, padecer ni desear. Socialmente, existe una expectativa generalizada de que desaparezca el deseo y que los años de actividad sexual lleguen a su fin. Esto es particularmente cierto en mujeres de generaciones anteriores, pero ¡no tiene por qué ser así! De hecho las nuevas generaciones, poco a poco, están reclamando su derecho a continuar expresándose eróticamente y disfrutar de su sexualidad. La mujer envejece, el sexo, cambia, se transforma, tiene otras prioridades y se maneja habitualmente con otro ritmo, pero no desaparece. Seguimos siendo seres sexuales hasta el último día.

Las actitud es increíblemente importante para que la adultez pueda ser realmente candente. Hay que enmarcar la sexualidad desde otra perspectiva. Una de las grandes ventajas que trae el sexo en edades más avanzadas, es que tiene la posibilidad de ser más libre. Además, todas las restricciones de lugar y espacio que existieron en el hogar con niños dejan de existir porque los niños ya están grandes y se han ido de la casa. ¡Entonces, tener relaciones sexuales un jueves a las tres de la tarde, de repente es una alternativa real! Se generan muchas nuevas opciones con el cambio en el estilo de vida que habitualmente trae la adultez. ¡A disfrutar del sexo adulto!