La dictadura de la burla

Fucsia.co, 28/1/2016

#Nomasdiscriminacion es el grito de esta semana en las redes sociales a propósito de la denuncia de Ana Maria Zapata en contra del director de La Mega, Carlos Mira. Fucsia.co habló con ella.

Foto tomada de Twitter - Foto:

Pero también están los valientes, los que toman la vocería, lideran movimientos, se enorgullecen de sí mismos y libran las batallas que otros no pueden librar.  Esta semana Ana María Zapata fue una de ellas. Utilizando el hashtag #Nomasdiscriminación y las mismas redes que han servido en muchos casos para atentar contra la integridad de los ‘diferentes’, esta paisa de 22 años decidió exponer el caso de discriminación del que fue víctima.

En su relato a Fucsia.co, Ana María habló de lo sucedido el pasado domingo 24 de enero, cuando se encontraba esperando a su prima afuera de una tienda en Guatapé, Antioquia, y se dio cuenta que un hombre al que identificó como Carlos Mira, director de la emisora juvenil La Mega, la miraba fijamente. Yo pensé que el señor me estaba mirando porque soy una mujer muy alta y por mi enfermedad y las malformaciones físicas que tengo yo llamo mucho la atención, pero en ningún momento pensé que el señor me iba a grabar”, explicó Ana.

Solo hasta el lunes a medianoche Ana entró a revisar su cuenta de Facebook y se reconoció en un video publicado por Carlos Mira en el que la mostraba de espaldas mientras cantaba en tono burlesco ‘te crees la más bonita de todas rodillijunta patiapartada’ y hacía zoom para mostrar sus piernas.

Ana Maria tiene una enfermedad degenerativa conocida como el Síndrome de Marfan, trastorno genético que de acuerdo con The Marfan Foundation afecta el tejido conectivo del cuerpo encargado de sostener las células, los órganos y de ayudar a un crecimiento adecuado.  Este síndrome lo padecen, en promedio, 1 de cada 5 mil personas en el mundo y ocasiona malformaciones en el cuerpo.

“Fue muy difícil para mí porque tanto mi familia como las personas que me rodean han tratado de demostrarme que puedo tener una vida completamente normal a pesar de todas las dificultades en las que he estado”.

Aunque Ana María expresa que le envió un mensaje privado a Carlos Mira pidiéndole ser más cuidadoso con sus palabras y actuaciones y éste le respondió expresándole disculpas, el video sólo fue retirado cuando ella, en un acto de indignación, decidió compartir una foto en su perfil contando lo sucedido. Según dice, sus disculpas no se sintieron sinceras pues ni siquiera retiró el video. 

Tras los reclamos en redes sociales hacia Carlos Mira, éste emitió una disculpa pública para Ana María, pero no es la primera vez que Carlos es señalado por lo que él llama su humor y el humor de La Mega, un medio ampliamente cuestionado por su lenguaje ridiculizante, en cambio, para Ana, es la primera vez que se siente discriminada por su condición física.

“El humor que manejan en La Mega Medellín es un humor muy sano, esto no lo monté en las redes de La Mega, lo monté en mis redes personales” dijo Carlos en una entrevista concedida a La FM, sin embargo, lo que se olvida con frecuencia es que la ética no viene con el cargo sino con la persona y tan cuestionable es su actuación como la de todos aquellos que lo celebran y se mofan de ello.

"Él sí me vio caminar y él si pudo ver que yo tengo malformaciones en la columna, porque tengo prótesis de cadera y tengo un pie más largo que el otro, él si tuvo muchas maneras de ver que yo era una mujer discapacitada", dijo Ana con respecto a las declaraciones de Mira en La FM asegurando que no se había dado cuenta de su enfermedad, que era su tipo de humor. 

Con respecto a si aceptaba las disculpas de Carlos Mira dijo "No soy Dios para negarle el perdón a alguien, obviamente todos los seres humanos nos equivocamos y yo soy consciente de lo que pasó, yo sé que ya pidió unas disculpas pero antes de pedirlas dio una entrevista a La FM, y por esa entrevista es que yo como tal no voy a parar el proceso. Yo no estoy pensando en instaurar una demanda, yo ya la instauré, porque esto nos ha causado mucho dolor a mi y a mi familia". 

El caso de Ana María se suma al de miles de colombianos que todos los días están expuestos al rechazo. Así pasó con Gerónimo Ángel, acribillado en 2015 por ‘ser amanerado’; con Mary Méndez, quien hace poco publicó una foto suya sin maquillaje y recibió una lluvia de críticas por su aspecto y con Sergio Urrego quien pagó con su vida el precio de la burla indiscriminada (solo por mencionar algunos casos).

“Él me dañó mucho moral y psicológicamente porque yo he estado luchando con cada cambio que tiene mi cuerpo y cada vez tengo que luchar por una nueva aceptación”, relata Ana, que no ha parado de llorar por lo sucedido y para quien lo único positivo que le ha dejado esta experiencia ha sido los mensajes que recibe a diario de personas que al igual que ella han sido discriminadas pero no han tenido la fortaleza para denunciarlo.

Ana también envió un mensaje para todos los que son víctimas de bullying y matoneo, "Las personas creen que la justicia en este país para las personas discriminadas no existe, creen que simplemente tenemos que agachar la cabeza y no agrandar el problema, y yo creo que debemos poner un hasta aquí, porque nadie tiene el derecho de sentirse más que uno y uno no tiene porque sentirse menos que nadie. Es importante que aprendamos a frenar las cosas en el momento que pasan. Si me pasó a mi, le puede pasar a muchas personas". 

Los estereotipos de belleza también juegan un rol importante en esta situación. De acuerdo con Naciones Unidas, cerca del 70% de las mujeres experimenta violencia en el transcurso de su vida. Entendida la violencia en todas sus formas, física, sexual y psicológica. Es en palabras tan comunes como ‘estás gorda’, ‘eres fea’ o ‘tu cuerpo es deforme’ que se manifiesta el maltrato.

Así que no calles cuando sientas que otra persona te vulnera de alguna manera, porque nadie tiene el derecho para hacerlo.